Siete de cada diez españoles se sentiría incómodo viajando como pasajero en un coche autónomo sin un conductor al volante, un cifra que sitúa a España como el segundo país europeo (empatado con República Checa) en el que más reticencias existen hacia este tipo de vehículos.
A nivel comunitario, la cifra se reduce a un 59 %.
Reticencias a la inteligencia artificial
Aunque la mayoría de los europeos considera que las nuevas tecnologías tienen un impacto positivo en la economía, la sociedad y su propia calidad de vida, el eurobarómetro revela que muchos no se muestran todavía dispuestos a que la inteligencia artificial entre en su rutina.
En concreto, sólo un 35 % dijo que se sentiría cómodo con tener un asistente robot en su puesto de trabajo, el mismo porcentaje que mostró su aprobación a que un dron o robot se encargue de entregar a domicilio productos adquiridos en línea.
Los encuestados también mostraron reservas ante la idea de que los robots puedan encargarse del cuidado de los enfermos y los ancianos o de que lleven a cabo operaciones quirúrgicas, situaciones con las que solo se sentiría cómodo uno de cada cuatro europeos (26 %).
¿Los robots pueden robar empleos?
En España, el porcentaje de encuestados que cree que los robots pueden “robar” empleos que hasta ahora asumen los humanos es del 90 %, el segundo más alto de toda la UE.
Además, tres de cada cuatro europeos (74 %) piensan que la llegada de los robots supondrá más destrucción que creación de empleo, un porcentaje que asciende al 89 % en España (la cifra más elevada de todos los Estados miembros).
Según los datos del eurobarómetro, los jóvenes, los estudiantes y aquellos ciudadanos con un mayor uso de internet son los más propensos a sentirse cómodos con un robot llevando a cabo tareas de su vida diaria, mientras que las personas mayores o con menos nivel educativo muestran una mayor desconfianza hacia este fenómeno. Efefuturo