Los portavoces parlamentarios en la Mesa y Junta han mostrado distanciamiento y disconformidad para consensuar una declaración unánime en el Parlamento de Navarra ante el nuevo anuncio de ETA y su desarme, publicado en un periódico francés
Las dificultades se mantienen respecto a los «mínimos» que debería contener ese texto.
Para UPN y PPN pasan por la disolución de la banda, a la que exigen además que pida perdón a las víctimas y ayude a resolver los crímenes pendientes, algo que en la Mesa y Junta ven «muy difícil» que suscriban EH Bildu.
De hecho Bildu, por boca de su portavoz, Adolfo Araiz, ha apuntado que ellos remontan esos «mínimos» al acuerdo programático suscrito por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, que cuenta con una mayoría de 26 votos, y conforma y forma el Gobierno de Navarra y Ayuntamientos de Navarra, entre ellos los de cabecera de Merindad. En ese acuerdo, recuerda Araiz, se afirma que «el Gobierno del cambio exigirá el desarme verificable y el desmantelamiento ordenado, seguro y definitivo y sin condicionamiento político alguno de las estructuras de ETA como organización».
Además de las dificultades en acuerdo unánime sobre el desarme, tampoco se ha habido acuerdo sobre la propuesta de Podemos, que no estaba en el orden del día, de crear una comisión con los portavoces de los diferentes grupos para elaborar un texto que pueda ser suscrito por todos. Idea surgida a raíz de la pregunta realizada por la portavoz del PSN, María Chivite, que se sorprendía de que la presidencia de la Cámara no hubiera presentado una declaración para debatir en la Mesa.
El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, quien ha apuntado que lo recogido en el acuerdo programático es un mínimo, ha dicho que ve «muy difícil, sino imposible» el consenso, tras lo que ha sostenido que sin unanimidad una declaración perdería toda su fuerza.
Martínez ha incidido en la necesidad de un desarme «unilateral, completo, definitivo y verificado» y ha deseado que «nadie, por intereses partidistas, intente dificultarlo o impedirlo».
Por su parte, el portavoz de UPN, Javier Esparza, ha afirmado que es «muy difícil» que en una misma declaración coincidan formaciones que han sido «perseguidas, que tienen concejales asesinados», con aquellos que «justificaron esa persecución, esos asesinatos».
«A ETA lo que le pedimos es que se disuelva, pida perdón, reconozca el daño causado y ayude a esclarecer los asesinatos», demanda recogida en una moción registrada en el Parlamento foral, ha aseverado, al tiempo que ha rechazado que se intente tergiversar la historia y parezca que «hay algo que agradecer a ETA y EH Bildu».
A la dificultad de alcanzar el consenso también ha aludido el portavoz de EH Bildu, quien ha lamentado que «algunos quieren poner palos sobre las ruedas, problemas donde no los debe haber». Araiz ha calificado como una «noticia histórica» que se produzca un desarme definitivo, integral y con todas las garantías por parte de ETA.
Para la portavoz de Podemos, Laura Pérez, un acuerdo de mínimos tendría que partir de mostrar la «satisfacción» ante el anuncio del desarme y una petición a todas las instancias para que muestren una actitud «proactiva, de colaboración» hacia el proceso de paz.
Cuestionada por los «mínimos» que debería recoger una declaración ha indicado que el desarme tiene que ser «lo antes posible, de forma ordenada y verificable» exigiendo una actitud «proactiva» a los gobiernos.
La portavoz del PSN, María Chivite, ha considerado «importante» la unanimidad de las fuerzas políticas en esta asunto después de que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado «han acabado por la banda». Tras reconocer que le ha sorprendido que hoy no hubiera ningún texto para debatir, ha dicho que espera que si el 8 de abril se confirma el anuncio sea posible aprobar un texto por unanimidad.
«Va a ser muy difícil ponernos de acuerdo», ha augurado Ana Beltrán (PPN), quien se ha mostrado «convencida» que EH Bildu no va a aceptar su petición de que la banda se disuelva, pida perdón a las víctimas y ayude a resolver los crímenes pendientes.
José Miguel Nuin (I-E) ha remarcado que su postura pasa por valorar el anuncio del desarme, exigir que sea «total e incondicional» y pedir a los Estados que colaboren a que esa operación se haga de la forma más rápida posible», a lo que ha añadido que el Estado debe «mover ficha en política penitenciaria».
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