Como no podía ser de otro modo, vista la composición del Parlamento de España, el partido gobernante, el PP, tiene que negociar todo con el resto de partidos políticos, desde el punto más pequeño, hasta el más grande.
Ayer el presidente Rajoy, en un claro acto de astucia política, apelaba a la responsabilidad del resto de las fuerzas políticas para que le dejaran gobernar, a él y a su gobierno, porque sólo con haberle facilitado la investidura no es suficiente. Les animaba a comenzar las negociaciones para conseguir, entre todos, aprobar los Presupuestos Generales para el próximo año 2017. Unos presupuestos que pueden resultar decisivos para la negociación de medidas de gran calado económico con la Unión Europea.
Pero para poder elaborar unos Presupuestos de manera correcta, lo primero que se requiere es aprobar el techo de gasto nacional y autonómico, indispensable para cuadrar ingresos y gastos. Y he aquí donde ha empezado el “tira y afloja” entre la oposición y el partido gobernante. Unos, la oposición, dispuestos a no aceptar lo presentado por el gobierno y estos, dispuestos a casi todo con tal de que les permitan aprobar los Presupuestos.
Mientras tanto, el ciudadano de a pie, asistiendo cual “convidado de piedra” a los “dimes y diretes” de la clase política española. En juego están cerca de 7.700 millones de euros para entregar a la Unión Europea, el futuro de las pensiones y el futuro de la educación, entre otros; temas lo suficientemente importantes como para que todos, gobierno y oposición no tomen a la ligera las iniciativas del resto e intenten llegar a un acuerdo. El futuro de este país esta en sus manos.
