Sergio Llull, durante el partido ante el Maccabi. | EFE
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Golpe de autoridad del Real Madrid que sigue invicto en Europa y en la Liga Endesa y que dejó tocado a un rival histórico
Dominó en la primera parte con su juego interior, sufrió en el tercer cuarto y reaccionó a tiempo en el último.
En apenas dos jornadas el Real Madrid ya ha presentado sus credenciales en esta nueva Euroliga. Abrió con una exhibición ante Olympiacos en casa y hoy repitió en uno de los santuarios del baloncesto europeo como es La Mano de Elías, donde se impuso al Maccabi en el Clásico europeo por excelencia. Un partido que ganaba por 15 en la primera parte, se le complicó en el tercer cuarto pero supo reaccionar con unos decisivos Rudy, Randolph, Carroll y Llull (14 puntos y 11 asistencias) en el tramo final, mostrando una vez más su enorme profundidad de plantilla. Antes, habían destacado Ayón y Hunter. Otra gran dosis de confianza para afrontar un calendario con cuatro partidos en siete días.
Ante la falta de acierto exterior, con seis fallos consecutivos desde el perímetro, el Real Madrid se apoyó en el buen trabajo de sus hombres altos. Trey Thompkins y Gustavon Ayón anotaron los primeros 12 puntos de su equipo, que tardó poco en tomar las primeras ventajas ante un Maccabi más desorganizado (6-12, min 6). El pívot mexicano anotaba y dominaba el rebote en ambas zonas, mientras que Sergio Llull se fajaba con Goudelock y lograba sus primeras canastas, manteniendo a su equipo por delante al final de un primer cuarto en el que, a base de buena defensa y velocidad, fue superior a su rival (16-20).
Dicha comodidad duró poco porque tras la salida de vestuarios el panorama cambió drásticamente. Los hombres de Pablo Laso tuvieron un apagón de casi cinco minutos sin anotar y en los que acumularon un error tras otro, lo que aprovecharon los israelíes para endosarle un parcial de 16-0 que les devolvió el control del choque.
Defensa y rebote y sangre fría
Felipe Reyes, recién salido a pista, frenó la sangría con un triple más tiro libre adicional que volvió a equilibrar la contienda y espoleó a sus compañeros, que lograron reponerse y llegar con ventaja a los diez minutos finales (57-62) gracias al acierto de un Rudy Fernández que mantuvo a su equipo cuando más lo necesitaba.
Con el partido abierto y el Maccabi apretando, los blancos recuperaron su mejor nivel defensivo y cerraron el rebote. Dos claves que le habían ido tan bien antes del descanso. En ataque, Rudy sumaba su punto 13 con el cuarto triple mientras que Randolph y Llull le daban continuidad para abrir otra vez brecha de +12 (71-83) a falta de tres minutos tras un 3+1 de Carroll (5 triples). No se puso nervioso a pesar de la nueva embestida de los hebreos con Goudelock poniendo 82-85 a su equipo a 30 segundos.
Pero, Llull, el jugador más en forma del momento, sentenció con dos tiros libres (11 puntos en este cuarto), que se unieron a otros dos de Doncic para el 82-89 final.Con un intercambio de triples comenzó el intenso último cuarto, en el que las ventajas blancas no garantizaban la tranquilidad, aunque cinco puntos seguidos de Randolph ayudaron a ello y Llull puso a los suyos diez arriba a falta de cinco minutos y medio para el final.
Los hombres de Erez Edelshtein lo intentaron y llegaron a ponerse tres abajo en el último minuto, aunque Llull selló desde el tiro libre el triunfo de un Real Madrid que sigue invicto en Europa y en la Liga Endesa y que dejó tocado a un rival histórico que ya suma dos derrotas en Euroliga.
Ficha técnica
Maccabi Fox Tel Aviv, 82 (16+17+24+25): Goudelock (16), Rudd (18), Ohayon (2), Smith (5) y Zirbes (6) -cinco titular-, Seeley (10), Mekel (-), Pnini (-), Weems (15) , Landesberg (-), Alexander (-) e Iverson (10)
Real Madrid, 89 (20+26+16+27): Llull (14), Draper (-), Fernández (16), Thompkins (6) y Ayón (9) -quinteto titular-, Randolph (9), Carroll (18), Doncic (2), Maciulis (4), Reyes (4), y Hunter (7)
Árbitros: Borys Ryzhyk (Ucrania), Milivoje Jovcic (Serbia) y Spiros Gkontas (Grecia). Expulsaron por personales a Iverson
Incidencias: Partido de la segunda jornada de la fase de grupos disputado en el Menora Mivtachim Arena de Tel Aviv ante 11.060 espectadores
