Albert Rivera dejó ayer la puerta abierta a dar un sí la investidura de Mariano Rajoy. Lo hizo a través de una declaración solemne en el Congreso en la que, además de exigir a Mariano Rajoy poner fecha a su investidura, puso sobre la mesa seis condiciones en asuntos de regeneración para aceptar negociar la investidura del presidente. Condiciones que en ningún caso parecen inasumibles parar Rajoy y el propio Partido Popular.
Este paso dado , y la ulterior negociación entre PP y Ciudadanos de un paquete de reformas más amplio, sería decisivo para desbloquear la situación de interinidad que atraviesa la política española desde hace casi ocho meses.
La negativa reiterada del PSOE desde el mismo 27 de junio de sentarse a una mesa de trabajo junto a PP y Ciudadanos para buscar un gobierno de consenso y posibilitar una abstención para desbloquear la situación de parálisis permanente del país, abocaba a España de forma irresponsable a unas terceras elecciones.
Sin embargo, y tras la reunión mantenida esta mañana por el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, estamos más cerca de alcanzar un gobierno fuerte, constitucionalista, con las reformas que el país necesita y preparado para hacer frente al desafío separatista de las instituciones catalanas. Una gran oportunidad para España.
Una parte de las medidas propuestas por Rivera necesitan 3/5 partes del Congreso para ser cambiadas. Ni PP ni Ciudadanos tienen los votos necesarios.
La regeneración de España pasa porque los partidos políticos cambien. El PP debería ser el primero, un afiliado un voto.
Todo parece una puesta en escena de los acuerdos entre Ciudadanos y el PP . Ambos, en reuniones secretas, no publicitadas, han hablado largo y tendido.
Todo para mantenerse en el poder.