El terrorismo actual esta creando un nuevo modelo de terrorista. Es una persona aparentemente normal, que desarrolla su vida entre todos nosotros, que trabaja, que va al cine, que tiene una vida como los demás.
Pero cuando decide matar, mata, sin ningún tipo de remordimiento. Es muy difícil detectar y puede llegar a utilizar cosas que hasta ahora eran impensables para cometer un atentado.
Ante esta situación, imprevisible, no bastan las buenas palabras. Durante varios días se escucharán palabras grandilocuentes, que al final quedarán en eso, en palabras, porque las alarmas terroristas disminuirán, los estados de emergencia desaparecerán y se volverá a esa aparente calma que precede a una nueva tempestad.
Hechos contundentes en todos los campos de nuestra sociedad y no palabras vacías, es lo que se va a necesitar, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.
Los ciudadanos necesitan saber que al terrorismo no se le derrota solamente con palabras, sino con hechos. Ya no basta combatir al terrorismo en Siria o en Iraq, hay que luchar aquí también, en nuestras calles y en nuestras plazas, para que, cada vez, lo tengan más difícil.
Las soluciones potenciales estan ahi: expulsiones de los delincuentes foráneos, dar prioridad de entrada a extranjeros de zonas no conflictivas, perdidas de nacionalidad para delitos graves, no dar visados a aquellas personas que porten indumentarias denigratorias de la mujer, ni a sus parejas, creo que ya hay que dejar de ser políticamente correctos e ir a por todas.