El líder laborista, Jeremy Corbyn. EFE/Archivo
Siete portavoces del Partido Laborista británico dimitieron hoy en protesta por la falta de liderazgo de Jeremy Corbyn, renuncias que abren una fuerte crisis en la principal formación opositora del Reino Unido tras el «brexit» decidido en las urnas.
Las dimisiones, sucedidas de forma concertada en las últimas horas, se suman a la marcha del portavoz de Exteriores, Hilary Benn, que fue destituido anoche por el líder tras confirmarse que promovía un golpe interno para derrocarle.
«Corbyn es una persona honesta, pero no es un líder», dijo Benn en el momento de su salida. La portavoz de Salud, Heidi Alexander, siguió a las pocas horas sus pasos. Corbyn se puede quedar solo ante el peligro y se enfrenta al riesgo de perder la moción de confianza que presentarán contra él sus propios diputados a partir del lunes.
«Más que nunca, nuestro país necesita una oposición efectiva que pueda ofrecer una alternativa creíble a un Partido Conservador escorado cada vez más al a derecha», escribe Alexander en su carta de dimisión. «Tanto como respeto como un nombre de principios, cuestiono tu capacidad para dar las respuestas que el país necesita para el próximo Gobierno y creo que un cambio de liderazgo en esencial.
El ex primer ministro Tony Blair fue el primero en lanzar el dedo acusador contra Corbyn por su postura «tibia» y su falta de pasión durante la campaña del referéndum. Corbyn, que llegó al liderazgo laborista hace una año, tras la dimisión de Ed Miliband y aupado por las bases del partido, ha propiciado un giro a la izquierda que ha ensanchando las fisuras dentro del partido. Cuestionado en repetidas ocasiones, había logrado capear hasta la fecha los intentos de «golpe» para derrocarle. El Brexit ha incendiado la batalla por su sucesión. NAVARRA INFORMACIÓN/EFE
