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Aznar pide dejar espejismos de libertad en Cuba y que los cubanos «remen hacia la democracia»

El expresidente de Gobierno español José María Aznar afirmó hoy que los que pensaron que aflojando la presión internacional propiciarían cambios en Cuba se han topado «con la cruda realidad» y llamó a «los cubanos de bien» a «remar en la misma dirección» para que la democracia triunfe.

«Cuba es tan poco democrática hoy como lo era en la Guerra Fría o tras la caída del Muro de Berlín. La represión es idéntica, si no mayor», aseguró el político español, quien llamó a no ver «espejismos de libertad que toman forma de cruceros».

Sin mencionar expresamente a Estados Unidos y su nueva política hacia Cuba, Aznar habló en duros términos del castrismo, al que llamó «parque jurásico del comunismo», e instó a seguir apoyando firmemente a los que luchan por una «Cuba libre».

El expresidente del Gobierno de España pronunció un discurso en una cena de gala en Miami organizada por la iniciativa ciudadana Cuba Decide, que promueve la celebración de un plebiscito vinculante con el objetivo de que los cubanos puedan decidir libremente su futuro.

Aznar y los ex jefes de Estado Luis Alberto Lacalle, de Uruguay, y Sebastián Piñera, de Chile, que participan en Miami en un foro de líderes del continente americano, suscribieron una declaración de apoyo a la iniciativa de Cuba Decide.

La idea de consultar a los cubanos si quieren elecciones libres, justas y plurales partió del fallecido líder opositor Osvaldo Payá, y su hija Rosa María Payá la ha recogido en Cuba Decide.

Piñera leyó la declaración en la que él y los otros exmandatarios se comprometen a «acompañar a Cuba en su camino soberano hacia el Estado de derecho, la democracia y la libertad».

Además «invitan a la comunidad internacional, a los distintos Gobiernos y a las instituciones multilaterales a sumarse a esta iniciativa», señala la declaración.

Al final de la cena de gala, auspiciada por la Fundación para la Democracia Panamericana, Aznar señaló que «la última muestra de esa inmovilidad del régimen» la ha dado el séptimo congreso del Partido Comunista de Cuba, cuyos resultados han echado por tierra las esperanzas de que «serviría para abrir las puertas del cambio».

«Quienes pensaban de esa manera se equivocaban, y han topado, una vez más, con la cruda realidad. La Cuba de hoy no es muy diferente de la de los años 60, 70, 80, 90 o la primera década del siglo XXI porque quienes la gobiernan no han cambiado», subrayó.

Para Aznar, «la Cuba de 2016 sigue siendo el vivo reflejo de una sociedad rota en dos, en la que muchos han decidido vivir libres pero fuera, y el resto siguen sufriendo desde dentro el delirio ideológico, la ambición y la megalomanía de los hermanos Castro y quienes les apoyan».

El expresidente del Gobierno español pasó revista a continuación a algunas de las resoluciones del congreso para fundamentar su opinión de que no hay motivo alguno para esperar cambios.
«El único deseo real del comunismo es garantizar la supervivencia de un régimen que se supo sobreponer al colapso de la Unión Soviética, al derribo del Muro de Berlín, y ahora pretende hacer lo mismo ante la implosión del régimen chavista de Venezuela que le ha garantizado la subsistencia económica durante los últimos años».

También se detuvo en ilustrar el aumento de la represión, que «continúa cada día en todos los rincones de la isla», con datos de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional y menciones a los últimos arrestos de integrantes de las Damas de Blanco.

«Estoy convencido de que ese incremento en la represión tiene mucho que ver con el relajamiento de la presión democrática y con la falta de apoyo suficiente a los disidentes por parte de la comunidad internacional», aseguró.

«Nuestra responsabilidad democrática y nuestra obligación moral es estar a su lado (de los disidentes)», señaló antes de reclamar que se siga promoviendo su presencia en los foros políticos y dándoles voz.
Al final de su discurso se refirió al «querido» pueblo venezolano y al «sufrimiento por el que ha pasado y sigue pasando».

«El chavismo pretendió crear la versión actualizada y con recursos naturales del castrismo, y lo que ha demostrado en un tiempo récord es la inviabilidad de este tipo de regímenes.

«El chavismo es en buena medida responsable de su propio fracaso, pero si hoy hay una mayoría de oposición en la Asamblea Nacional, si sigue habiendo un margen de esperanza para recuperar la democracia, es también gracias al ejemplo de unión logrado por el conjunto de la oposición democrática venezolana. Un ejemplo que puede marcar el camino para otros muchos países, incluido Cuba», dijo.

Por último pidió poner fin a las divisiones «absurdas» entre cubanos, pues «cuantas más personas se sumen a la causa de la libertad para Cuba, mejor», e invitó a todos los cubanos, los de dentro y los de fuera, a soñar con un futuro mejor que no dependa de la voluntad arbitraria de unos ancianos dictadores». EFE

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