Bagdad, 1 may (EFE).- Los dirigentes iraquíes y líderes políticos se reunieron hoy de urgencia para «discutir de manera franca y completa» la crisis que vive el país, después de que cientos de manifestantes irrumpieran ayer en la fortificada Zona Verde de Bagdad e incluso en la sede del Parlamento.
El presidente iraquí, Fuad Masum; el primer ministro, Haidar al Abadi; el presidente del Parlamento, Salim al Yaburi; y representantes de las fuerzas políticas mantuvieron un encuentro, tras el cual emitieron un comunicado de condena de los altercados violentos de ayer.
La nota calificó de «peligrosa agresión contra la integridad del Estado y contra el marco constitucional» de lo acontecido y solicitó que los que asaltaron el Parlamento y algunos de los diputados sean llevados ante la Justicia.
Asimismo, los líderes renovaron su apoyo a las fuerzas de seguridad iraquíes y las alentaron a «ejercer su responsabilidad para mantener la seguridad de los ciudadanos y proteger las instituciones de cualquier agresión», así como actuar contra «las violaciones de la ley y de la Constitución, e imponer el Estado de derecho».
En su comunicado, aseguraron que continuarán las reuniones «de forma intensa» con las fuerzas políticas y los grupos parlamentarios en los próximos días para garantizar «una reforma radical del proceso político», reivindicación que está en el origen de la actual crisis.
Cientos de seguidores del destacado líder chií Muqtada al Sadr han empezado a establecer una acampada en una gran plaza de la Zona Verde, después de haber penetrado ayer en ella, para exigir la formación de un nuevo gabinete de tecnócratas, entre otras demandas.
La crisis institucional coincide además con nuevos atentados, que han dejado al menos 46 muertos desde ayer y que fueron condenados por los líderes políticos iraquíes, los cuales también se enfrentan al reto del terrorismo. EFE
