La localidad navarra de Burgui ha celebrado hoy el Día de la Almadía, una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que rememora el traslado por el río de la madera del bosque y que, en una multitudinaria jornada, ha galardonado al comedor social París 365 y a la memoria de Julián Gayarre.
Una año más, como ha venido haciéndose de forma ininterrumpida desde el año 1992, dos almadías han descendido por el río Esca, recorriendo sus aguas bravas hasta terminar en el puente medieval de este pueblo del valle de Roncal, tras el salto de la presa.
De esta forma se ha rememorado una vieja tradición, que tenía como objetivo dar salida por vía fluvial a toda la riqueza forestal de los valles pirenaicos navarros, dado que no tenían otra vía de comunicación que estrechos y escarpados caminos y el río.
En un frío día primaveral, el sol se ha alternado con la lluvia, que ha caído con fuerza justo en el momento del descenso de las barcas, contemplado por miles de personas en una jornada en la que «el pueblo se vuelca al completo», según ha señalado, en declaraciones a Efe, Lidia Zabalza, presidenta de la Asociación Cultural de Almadieros Navarros, organizadora del evento.
El homenaje que cada año se rinde a personalidades e instituciones del mundo de la cultura, el deporte o las ciencias con la entrega de la «Almadía de Oro» ha correspondido en esta ocasión al comedor social París 365 y a la memoria de Julián Gayarre.
Al comedor París 365 «por su labor y ayuda a personas sin recursos» y a la memoria de Julián Gayarre «por todo lo que este gran cantante hizo por el Valle de Roncal, por su figura altruista y su obra social», han explicado en un comunicado los organizadores.
Con este motivo, se han desplazado a Burgui algunos de los descendientes de los familiares del tenor navarro que residen en Madrid, así como representantes de la Fundación Julián Gayarre.
Lidia Zabalza ha explicado que el oficio de almadiero desapareció en el año 1952, cuando se construyó el pantano de Yesa.
El oficio que era ejercido por los habitantes de este valle -formado por las localidades de Burgui, Vidángoz, Garde, Roncal, Urzainqui, Isaba y Uztárroz- que, para explotar y sacar la madera de sus masas forestales, fabricaban las balsas denominadas almadías con troncos debidamente alineados, enlazados entre sí y repartidos en varios tramos.
Los troncos navegaban por los ríos pirenaicos para poder llevar la mercancía a través de los ríos Aragón y Ebro hasta Zaragoza e incluso Tortosa.
El departamento de Turismo del Gobierno de Navarra explica en su página web que del remoto origen de las almadías dan fe tanto el origen árabe de la palabra, que significa «balsa ligera», como los documentos del siglo XIV que hacen referencia a estas embarcaciones que provenían de los valles aragoneses de Hecho y Ansó.
En el siglo XVIII, el Valle de Roncal entró en directa competencia con los valles del Alto Aragón, hasta tal punto que, entre 1764 y 1774 salieron del valle navarro más de 50.000 troncos.
El tráfico almadiero se fue perdiendo en el siglo XX, a medida que se iban construyendo carreteras y los camiones sustituían a las tradicionales balsas, hasta desaparecer en 1.952.
