Vista del Centro García Lorca, situado en la plaza de la Romanilla, en Granada. EFE/Archivo
El legado de García Lorca «ha estado y está en buenas manos», es decir, en las de sus propietarios, y no ha corrido nunca ningún riesgo, muy lejos de lo que han sugerido el Estado y la Comunidad de Madrid, según la presidenta de la Fundación que lleva su nombre y sobrina del poeta, Laura García Lorca.
La Fundación Federico García Lorca, explica la presidenta en una nota enviada a Efe, está «sorprendida» por las noticias de prensa «por las que ha sabido» que el ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Comunidad de Madrid pretendía la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de su legado.
El legado de Federico García Lorca, más de 19.000 documentos acumulados entre 1909 y 2014, no podrá venderse ni enajenarse, en España o en cualquier otro país, tras la decisión de la Comunidad de Madrid, que hoy publica su Boletín Oficial (BOCM), de declararlo Bien de Interés Cultural (BIC).
La Fundación, aclara García Lorca, «no ha sido consultada ni informada sobre este propósito del señor Lassalle, Secretario de Estado de Cultura, y el señor Marco, Director General del Libro y Políticas Culturales».
Recuerda que la fundación que preside «ha trabajado incansablemente y con la mayor discreción desde el año 2002 para que la construcción y programación del Centro Federico García Lorca en Granada, proyecto impulsado por ella, pudiera albergar el legado en las condiciones mínimas de respeto intelectual y artístico que este autor merece».
A tal fin, detalla, se suscribió un convenio el 5 de junio de 2007, «que fue roto unilateralmente por las instituciones, alterando los principios fundacionales para la difusión y proyección internacional» de la figura del poeta.
«Esta ruptura así como las actuaciones al margen de la Fundación de algunas administraciones integradas en el Consorcio, han hecho imposible el traslado de los fondos, porque desvirtuaban la integridad de dicho legado y la finalidad del Centro», precisa.
La familia del poeta «ha trabajado desde su fusilamiento para conservar y difundir su legado desde la salida forzada de Granada, a lo largo de su exilio americano, y después de su vuelta a España. Donó todo su patrimonio para la creación de la Fundación Federico García Lorca y para garantizar su integridad».
«No cabe duda alguna -insiste- de cuales han sido y son sus intenciones. En concreto, que el legado permanezca en España y que definitivamente se deposite en Granada».
Lasalle, añade, «parece querer proteger tal legado de la familia del poeta y de la Fundación Federico García Lorca».EFE
La Junta pide mantener el diálogo para que Granada reciba el legado de Lorca
