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OPINIÓN: Patricia censora vs Patricia libertad

La semana pasada se conoció el famoso “informe técnico” que confirmaba la falsedad de la censura, meses atrás, de la ExpoVida, por parte de la alcaldía cavadista-romerista (socialista-andalucista) de San Fernando.

Así mismo, hace unos días, pasaba por España Patricia Sandoval, traída por Derechoavivir, para ofrecernos su tremendo, brutal diría yo, testimonio de haber abortado.

Y yo no tengo más remedio que fijarme en la dicotomía que forman estas dos mujeres: Patricia Cavada, alcaldesa-censora isleña, y Patricia Sandoval, líder provida norteamericana, de origen mejicano.

Tienen en común solo el nombre. Pero las dos han sido noticia estos días por motivo de la defensa (y la censura) de la vida.

Patricia Cavada, alcaldesa de San Fernando (Cádiz), noticia por haberse confirmado que mintió y censuró ideológicamente la Expo-Vida en su ciudad.

Patricia Sandoval, noticia al haber impresionado a su numerosa audiencia, a todos los que la han escuchado, dejando un rastro de esperanza y alegría. No sin antes haber conmovido por su sinceridad, crudeza y realismo su experiencia personal.

Cavada, ejerciendo la censura y la mentira. Recortando la libertad de sus propios vecinos para poder utilizar los espacios públicos, para poder mostrar la belleza de la vida y la verdad sobre el aborto. Para beneficiarse ideológicamente de su poltrona de alcaldesa -sustentada por Fran Romero- al no tolerar que otros piensen distinto, que piensen pro-vida, que quieran ejercer de ciudadanos libres y activos.

Sandoval, dando la verdad, con auténtica libertad, de su propia experiencia. Una experiencia amarga pero feliz. Una experiencia que sobrecoge, emociona, voltea el corazón. Y la da libre. Se desnuda interiormente. Sin tapujos, sin anestesia. Directo en vena.

La alcaldesa mintió. Ya lo sabíamos. No somos tontos. A los provida, su ayudante fiel (el teniente alcalde Conrado Rguez.) nos dijo que ellos veían que no se debía traer la ExpoVida a un espacio público de San Fernando, ni en ese momento ni nunca, ni en el Centro de Congresos de la ciudad, ni en la Casa de la Cultura, ni en ningún espacio público. No estaban de acuerdo con ella.

La misma alcaldesa dijo que “criminalizábamos algo” que era legal… nada más lejos, pues si se critica a alguien es a los empresarios abortistas sin escrúpulos, y a los políticos aprovechados, nunca a las madres -que siempre son víctimas-. Y además… si es legal, ¿qué inconveniente hay en mostrarlo?

Esa es la razón profunda de la censura cruel y la mentira demostrada. No querer ver la realidad: el aborto es un crimen que mata a dos, al niño (físicamente) y a la madre (psicológicamente, con el síndrome post-aborto).

Aquí os dejo el video donde se demuestra la ocultación de la verdad por parte de Cavada, en la rueda de prensa del edil Daniel Nieto, que investigó y obtuvo el famoso informe -que no dice nada de la ExpoVida, ni es tal “informe técnico”- y que aclara todo.

Y si la Patricia, censora y pro-muerte, le molesta este drama del aborto, y le molesta esta belleza de la vida… Por algo será. Si no hay informe técnico y fue una decisión personal suya (algo que tendrá que aclarar)… Por alguna razón personal será. Ahí lo dejo.

Tiene que rectificar públicamente, y rectificar conlleva además pedir disculpas a Derechoavivir San Fernando por los menosprecios vertidos hacia los pro-vida, y fijar con ellos el traer la exposición al espacio público requerido desde el principio.

Y si la Patricia libre y sincera, llena de Belleza de vida, es capaz de hablar la verdad, es también por algo. Su motivo es Jesús de Nazaret. El Resucitado. El que es Misericordia. El que es Verdad. El hombre-Dios que la rescató de la muerte profunda del aborto. Esa es la única verdad sobre esto.

Por eso, advierto a los incondicionales mosqueteros que me leen que el vídeo que sigue –el testimonio de Patricia Sandoval en el Encuentro de Derecho a Vivir– es muy duro. Lo advierto. Pero también es tumbativo, emocionante. Tu vida puede cambiar.

Y solo habla un mujer, una joven, en su debilidad, en su pobreza, con la sola arma de la palabra.

Pero de su boca sale la verdad que puede cambiar la cultura de la muerte que impera en este mundo.  

Y la verdad es Belleza. Lo vemos en su rostro, en su sonrisa. Una sonrisa cuajada en el sufrimiento y bruñida en la alegría de quien ha visto al que es la Libertad y ha venido a abrir su celda.

La mentira, la censura, la intolerancia, en cambio, es fealdad, es repulsiva. Nunca se abrirá paso.

En algunos países democráticos, esta mentira en un dirigente público le habría llevado inmediatamente al cese si no a la dimisión por sí mismo. Pero en España esto está lejos.

Tengo el privilegio de haber conocido a una mujer excepcional, a una activista provida mundial de primer orden. También a una madre que fue rescatada de su propio infierno.

Su apostolado provida como laica llegará muy lejos. Lo está haciendo ya. De momento, está obrando auténticos milagros -mañana mismo relataré uno, en forma de colaboración en este blog, de otra joven-. No os lo perdáis.

Gracias, Patricia.

Pedro Mejías, delegado Hazte Oír-Derecho a Vivir de Cádiz

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