Un 40 por ciento de los germanos considera que la canciller tendría que dimitir por su política de refugiados, según una encuesta divulgada el viernes por Insa para la revista Focus
Merkel, que disfrutaba de altos índices de popularidad a principios del año pasado, se ha visto cada vez más aislada en los últimos meses.
“Nosotros (los alemanes) podemos con esto«. Con esta declaración,Angela Merkel mostraba su disposición a violar los tratados de Dublin y a echarse la crisis migratoria que atraviesa Europa sobre su hombros. La reacción no se hizo esperar: desde entonces han entrado en Alemania más de un millón de refugiados, procedentes en su mayoría de Siria, Afganistán e Irak. Esta política de puertas abiertas está pasando factura a la dama de hierro alemana.
Un 40 por ciento de los germanos considera que la canciller tendría que dimitir por su política de refugiados, según una encuesta divulgada el viernes por Insa para la revista Focus. Es la primera vez que se le pregunta a la población sobre si la política de refugiados de Merkel es o no una razón para que renuncie. La mayoría, un 45,2 por ciento, cree que su política de refugiados no es un motivo para su dimisión. Sin embargo, el elevado porcentaje de alemanes que considera que debería dimitir es una señal de la creciente insatisfacción con su postura de recibir en el país a las personas que huyen de conflictos en Oriente Próximo y África.
Merkel, que disfrutaba de altos índices de popularidad a principios del año pasado, se ha visto cada vez más aislada en los últimos meses por los miembros de su bloque conservador, que le han presionado a adoptar una línea más dura con los solicitantes de asilo.