Sin grandes taquillazos como el año pasado y con las quinielas divididas entre «La novia» y «Truman», los nominados a los Goya han celebrado hoy la «diversidad» y la mirada de autor del cine español del último año, en su tradicional fiesta previa a la entrega de los premios de la Academia de Cine.
La alfombra roja extendida en la galería de cristal del Palacio de Cibeles ha echado de menos a los rostros más internacionales, como Juliette Binoche, Tim Robbins, Ricardo Darín o Penélope Cruz, que finalmente no pudo asistir a la cena, aunque todos ellos estarán en la gala del próximo 6 de febrero.
El equipo de «La novia», la que acapara el mayor número de nominaciones (12), posó al completo, muy coordinados con los colores, negro, blanco y por encima de todo el rojo «corporativo» de «Bodas de sangre», el texto de Lorca en que se basa la película.
El formato de la fiesta de nominados ha cambiado este año al de una cena privada, sin el tradicional discurso abierto del presidente de la Academia de Cine, que se reserva para la gala.