La ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, la voz más progresista y rebelde del Ejecutivo socialista, dimitió hoy por sus discrepancias con la política antiterrorista del presidente, François Hollande, que prevé retirar la nacionalidad a los condenados por terrorismo.
Su oposición a esa medida quedó patente a mediados de diciembre, un día antes de que el Gobierno la presentara en el consejo de ministros, y desde entonces su mantenimiento en el cargo había quedado en entredicho.