Las bolsas chinas se hundieron hoy, cuando se temía que hubiera otro «lunes negro» que resultó finalmente ser «gris oscuro», con pérdidas superiores al 5 %, aunque no tan fuertes como en los dos desplomes de la semana pasada.
A pesar de su relativa estabilización el pasado viernes, el índice general de Shanghái, el referencial del mercado chino, cayó un 5,32 %, con lo que ha perdido ya un 15,3 % en seis jornadas de cotización en 2016, lo que se ha comido con creces la subida total del 9,4 % que acumuló en 2015.