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APUNTES: En todos los charcos

APUNTES: En todos los charcos

Sucede siempre que, a final de año, se acumulan noticias interesantes de muy diversa índole. Este año no ha sido una excepción y en su mayor parte merecen, al menos, una breve reseña, aunque hoy me voy a detener en aquello que considero tiene mayor relieve, tanto por su propia importancia como por los efectos que puede provocar.

En este sentido, el de los efectos, tiene un papel preponderante la propuesta de Reforma Fiscal para Navarra, a la que la prensa está dando amplia cobertura. Promovida por la Asociación para el Progreso de la Dirección, se celebró el pasado 10 de diciembre una Jornada para valorar los cambios que se pretenden introducir y ofrecer soluciones alternativas. Los ponentes hicieron una exposición bien fundada y, siempre, en tono cordial, que resumo, muy someramente y de forma parcial, en lo que sigue.

Hago un inciso para agradecer la presencia en la sala del Consejero del ramo, quien reconoció que, efectivamente, el aumento de ingresos iba a ser escaso, pero justificó su propuesta en que iba en su programa de gobierno y, por tanto, había que cumplirla.

La primera ponencia presentó un panorama general de la Reforma en el que quedó claro que se trata de una reforma importante, reforma de contenidos de los principales conceptos impositivos. Una reforma negativa, por cuanto, en un momento crucial para afianzar los buenos resultados económicos, provoca inseguridad e inestabilidad en los inversores y en las empresas; desincentiva la creación de empleo y afecta negativamente al conjunto de los contribuyentes sin que vaya a tener, en conjunto y a medio plazo, una repercusión positiva sobre los ingresos.

Ahora voy a centrarme únicamente en lo que atañe al Impuesto sobre los rendimientos del trabajo personal, porque afecta a un número considerable de navarros, en su mayor parte, perceptores de rentas del trabajo y, en gran medida, de rentas medias.

Pues bien, la Reforma supone una subida generalizada de los tipos impositivos a partir de ingresos superiores a 20.800 € anuales, algo que afecta a 125.000 contribuyentes. Además, se penaliza a todos con la reducción del importe que se les deduce a los rendimientos que proceden exclusivamente del trabajo personal.

No parece que esas propuestas tiendan a favorecer a las clases medias, más bien parecen medidas que se han pensado con ánimo recaudatorio aunque, como ya explicó Laffer, hay un punto –y ya parece haberse superado- a partir del cual toda subida de tipos se traduce en una menor recaudación.

La Reforma que se plantea aumenta la brecha fiscal de los salarios, es decir, la diferencia entre lo que paga el empleador y lo que percibe realmente el trabajador. Un aumento que no va a beneficiar la creación de empleo, en una situación en la que reducir la tasa de paro debería ser un objetivo prioritario de los políticos, precisamente para favorecer a los grupos  más perjudicados por la crisis.

Por otra parte, la Reforma incide, también, negativamente sobre las familias con hijos, cuando la demografía parece aconsejar que se estimule a esos grupos y el artículo 39 de la Constitución española declara ‘los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia’. No creo que ése sea un objetivo que se haya buscado.

Las modificaciones que se proponen en otros impuestos, quedan para posibles comentarios futuros.

Elvira Martínez Chacón, Profesora Emérita de la Universidad de Navarra, área de Economía

APUNTES: Se acerca el final de año

 

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