En declaraciones a los medios de comunicación tras asistir a un acto, Barkos ha añadido que «a partir de ahí hablamos de una exposición en la que la gestión que se ha hecho desde el Ayuntamiento de Pamplona corresponde valorar exclusivamente al alcalde y no lo voy a hacer yo».
El Ayuntamiento de Pamplona y Abel Azcona acordaron este martes que no se van a reponer las formas consagradas que han «desaparecido» de la exposición y se mostraron de acuerdo en que la muestra «continúe adelante».
Tan saludable como discrepar profundamente de su gestión política.