Por José Javier Izaguirre
NAVARRA INFORMACIÓN: ¿Quién es Ainhoa Aznárez Igarza?
AINHOA AZNÁREZ: Soy una mujer nacida en Pamplona-Iruña y, tal y como me presenté cuando fui investida Presidenta del Parlamento, soy una mujer feminista, euskaldún y republicana.
¿Qué significa para Ainhoa Aznárez presidir el Parlamento de Navarra?
Significa llevar a cabo un mandato de la sociedad navarra que el 24 de mayo de 2015 nos comprometió a diferentes personas que concurríamos en listas electorales a que ejerciéramos su representación. Después de una negociación con los cuatro grupos que apostamos por el cambio en Navarra, después de cerrar un marco programático, se acordó que yo fuera la presidenta de este Parlamento.
«Esta presidencia no va a ser una presidencia al uso»
¿Y para la formación política a la pertenece, ‘Podemos’?
Creo que a ‘Podemos/Ahal dugu’ le correspondía ostentar la presidencia porque si no hubiéramos irrumpido en esas elecciones seguramente en Navarra no se hubiese producido un cambio. Con los 7 parlamentarios/as de ‘Podemos’ se ha podido transitar hacia un cambio que el 24 de mayo la ciudadanía demandó. Esta presidencia no va a ser una presidencia al uso sino diferente, ya hemos dado pasos, gestos, y estos cuatro años van a ser apasionantes, con mucha responsabilidad, más ligada a la ciudadanía, convirtiendo la institución en un parlamento social.
Vd. militó y ostentó cargos públicos en el Partido Socialista de Navarra-PSOE. ¿Por qué abandonó esa estructura?
Yo era secretaria general de la Unión general de trabajadores (UGT) en la Sakana y se me propuso ir como independiente en la lista del Partido Socialista de Navarra para la legislatura 2003-2007. Me pareció también un momento apasionante, iba segunda en la lista, y después de unos meses quise comprometerme más con el Partido Socialista y me afilié. Pero no me gustaron demasiado las maneras de hacer las cosas, la forma de proceder, y los acuerdos que permanentemente llevaban al Partido Socialista de Navarra a pactar con UPN. Yo creía que un partido de izquierdas, progresista, no podía pactar con la gente más conservadora de la Comunidad foral. Por tanto el distanciamiento fue progresivo hasta que dejé de pagar la cuota, sin hacer mucho ruido, alejándome de la primera línea de la política activa. Siempre he estado ligada a los movimientos sociales y la calle ha sido siempre mi segundo hogar, por lo que, posteriormente, ‘Podemos/Ahal dugu’ vio que podía tener posibilidades de entrar en el Parlamento, siempre pasando antes por unas primarias abiertas –que ningún partido contempla así- y que me pusieron en cuarto lugar en la candidatura. Agradezco su apoyo a la ciudadanía haber apostado por mí y por este nuevo tiempo y también a ‘Podemos/Ahal dugu’ y a su secretaria general Laura Pérez Ruano.
«La calle ha sido siempre mi segundo hogar»
¿Ha encontrado en ‘Podemos’ todo lo que no halló en el PSN-PSOE?
Sí, porque ‘Podemos’ asume todo aquello que desde el feminismo yo apoyaba. Me encantan los debates abiertos, transparentes, porque desde los debates se construye ciudadanía. Son asambleas abiertas en las que la gente va y viene, propone, discute y llega a acuerdos para que los ciudadanos elijan sobre su presente y sobre su futuro más inmediato. El discurso, el sentir, el músculo de ‘Podemos/Ahal dugu’ es algo que llevo practicando durante muchos años desde los movimientos sociales.
Cuando fue elegida presidenta del Parlamento foral, sus primeras palabras fueron: ‘soy republicana, feminista y euskaldún’. ¿Por qué lo hizo?
Euskaldún porque el euskera es mi lengua materna –aprendí castellano a los cuatro años- y creo que había que dejar encima de la mesa que era la primera presidenta del Parlamento de Navarra euskaldún, había que exponerlo y hacer una especie de proclamación; feminista porque creo que las mujeres hemos estado invisibilizadas muchos años y porque el movimiento feminista ha conseguido muchos hitos en la historia y hay que reivindicar que las mujeres – más del 51 % de la ciudadanía navarra- tienen que ser visibilizadas; y republicana porque estoy de acuerdo con todos los principios de la República: la igualdad, la cohesión, el respeto, el derecho a decidir de las mujeres sobre su cuerpo, el tipo de jefatura del Estado español, de España, es un conjunto de temas de ahondar en democracia.
Habitualmente, los presidentes de los parlamentos suelen ser personas abiertas, dialogantes, tolerantes…; con su posicionamiento, ¿cierra puertas a monárquicos, no feministas y no euskaldunes…?
Ante todo, diálogo y respeto, intentando convencer a la otra parte de lo que yo opino. Hay mucha disposición de los demás grupos parlamentarios a llegar a acuerdos, tendiendo la mano para que los acuerdos sean en favor de la ciudadanía navarra. Mi labor será la de tender puentes, la de mediar.
«Estoy de acuerdo con todos los principios de la República»
¿Es Vd. partidaria de la unión de Navarra con el País Vasco?
Todos los navarros somos soberanos para decidir cómo queremos establecer nuestros lazos de unión no sólo con Euskadi sino también con otras comunidades limítrofes; no voy a negar, por ejemplo, que mucha gente del sur de Navarra tiene más proximidad con Aragón, o con La Rioja. En última instancia, hay que entender que serán las navarras y los navarros quienes decidan cómo nos queremos constituir y con quiénes. Pero yo creo que en estos próximos cuatro años no es una preferencia de esta presidenta afrontar este tema. Hay otros temas de mucho más calado, de emergencia social, a los que debemos dar salida y respuesta.
‘Podemos’ manifiesta querer cambiar los gobiernos, los parlamentos, la sociedad en forma y fondo. ¿Cómo piensa cambiar el Parlamento de Navarra?
Este Parlamento ha estado cerrado a la ciudadanía y pretendo que sea un Parlamento más social. Por ejemplo, una apuesta de la presidencia: hay colectivos, asociaciones, etc. que no tienen una sede social porque no tienen recursos o los ayuntamientos no les daban cabida; este edificio tiene muchas salas infrautilizadas y cambiando el reglamento de uso podrían acogerles, siendo el Parlamento la verdadera ‘casa del pueblo’, su sede. Cada ley que se apruebe, deseamos que los movimientos o colectivos sociales puedan debatir y que sus aportaciones se eleven a comisión. Queremos una sociedad más participativa, avanzando así en democracia.
Desde la oposición (UPN, PSN, PP) se asegura que, hasta ahora, el cambio en Navarra únicamente se ha traducido en ‘cambio de cromos’, es decir, nuevos nombres para colocar cada partido a los suyos manteniendo mismos sueldos. ¿Le parece correcto?
Es una postura lógica desde partidos que llevan ostentando la presidencia del Parlamento ocho legislaturas, 32 años manteniendo un status y unas formas de hacer las cosas. Eso sí es continuismo. Esta novena legislatura comienza con un acuerdo programático sustentado por 614 medidas que serán el eje vertebrador de toda la legislatura. Anteriormente, o gobernaba Unión del Pueblo Navarro o gobernaba el Partido Socialista, o gobernaban juntos. Nunca ha habido un acuerdo con tantas medidas y tanto respaldo parlamentario. Desde el 17 de julio, cuando fui elegida, sólo he tenido 6 días de vacaciones, no tengo un fin de semana libre desde abril. ¿Inmovilismo? Para nada. Mi trabajo es sobre todo interior, no se comunica hacia fuera, estoy conociendo el Parlamento, hablando con la gente… Comienza ahora el momento de la ciudadanía activa.
«Tenemos que seguir luchando para terminar con el terrorismo machista»
Ainhoa Aznárez sufrió recientemente un incidente cuando acudió al homenaje al Subteniente Francisco Casanova, asesinado por la banda terrorista ETA. ¿Si no hubiera asistido, se le hubiera reprochado su ausencia, como le ocurrió a la presidenta del gobierno, Uxue Barkos?
Este era un acto organizado por una asociación de Berriozar. No cursaron invitación ni a la presidenta del Gobierno ni a la presidenta del Parlamento. Hace quince años, cuando fue asesinado, yo acudí a Berriozar. Si este año he acudido a otros actos, recordando a fusilados, al acto de Germán Rodríguez en Sanfermines, ¿cómo no voy a acudir a este? Acudí, y con las actuaciones de algunas personas, esa gente se retrató. Hay partidos que quizá debieran haber tomado alguna decisión, dado que alguien que me insultó e increpó era de un partido político, pero no he cursado ninguna denuncia. La fiscalía no actuó de oficio enseguida, Policía foral hizo un informe, me indicaron si quería seguir adelante y dije que no. Yo no soy así, hubo gente que se retrató; y no iba a seguir adelante cuando había una familia deshecha por un asesinato injusto y hay muchas víctimas que no han tenido reconocimiento. Por tanto, acompañamiento a las víctimas, cariño y ya está… Allá cada cual con su conciencia.
¿Sigue vd. perteneciendo al colectivo ‘Ahotsak’?
‘Ahotsak’ (‘voces’) tuvo su momento, trabajando por llegar al fin de la violencia de ETA, se consiguió, aunque falta el desarme completo de la banda terrorista, llevamos casi cinco años sin asesinatos y ‘Ahotsak’ realizó una labor de encuentro, de diálogo, de consenso y de tender puentes. ‘Ahotsak’ derivó en otro movimiento que es ‘Emagume’, junto con la Universidad del País Vasco, y seguimos trabajando porque no hay paz hasta que no haya ausencia de todo tipo de violencia. La paz no sólo se dará con el fin de los asesinatos de ETA, que ya se ha producido, pero tenemos que seguir luchando para terminar con el terrorismo machista; llevamos casi medio centenar de víctimas, este año, del terrorismo machista. Con el dolor y el asesinato, todas las víctimas son víctimas, no podemos establecer víctimas de primera y de segunda categoría.
En la actualidad parecen surgir fricciones en el cuatripartito. ¿Son tensiones propias y lógicas en una coalición de gobierno tan heterogénea?
Hemos hecho una labor ímproba para cerrar un acuerdo de 614 medidas a tomar y también es normal que haya desacuerdos. Con mucha mano izquierda, con mano tendida, habrá de ir desatascando esas diferencias.
