UPN, partido político que ha dirigido los destinos de Navarra hasta las pasadas elecciones de mayo de este año 2015, culmina una nueva etapa con la elección de quien tiene que regir el horizonte de este partido en un futuro próximo.
Tres afiliados, dos mujeres y un hombre. Los tres, ampliamente conocidos de la política navarra y de los afiliados de este partido. La pretendida renovación pedida por afiliados y simpatizantes, tras los resultados electorales, deberá constreñirse a cargos de segundo orden.
Amelia Salanueva, una de los tres candidatos, en entrevista realizada a este medio, afirmaba que la renovación puede conjugarse con «personas de experiencia demostrada».
Lo que parece que está claro, es que quien salga elegido tendrá que «cerrar heridas» internas, fruto de la división interna que hay en dicho partido y tendrá que mejorar la visión que tienen de él sus futuros votantes. Una visión, quizás, más cercana a la corrupción y a la mala gestión que a su fundamento político originario de defensa de Navarra y de su singularidad, cada vez menos entendida, fuera de Navarra.