«Pretendo que lo que hablemos, dicho con rigor, sea vertido a otras generaciones que necesiten estar armadas culturalmente». Son palabras de Manuel Gutiérrez Aragón, cineasta y escritor, que dirige el curso magistral Aspectos narrativos del cine y la novela en la programación de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El creador cántabro, en un encuentro ante los medios, ha afirmado además que durante las actividades académicas se pretende «enseñar a los participantes» a comprender el lenguaje cinematográfico, ya que, en su opinión, «sabemos leer una novela, pero no ver una película».
Sobre los cambios que ha experimentado la «narrativa fílmica», Gutiérrez Aragón ha asumido que la manera de narrar «es parecida a lo que había antes», pero también ha destacado «el vuelco total» y la revolución que han supuesto las series de televisión: «Han venido para quedarse, y se están acercando a la literatura», ha afirmado. «Las series están adquiriendo importancia y calidad, y se han convertido en algo cotidiano», ha apostillado. Y ha expuesto un ejemplo de cómo han modificado el lenguaje cinematográfico: «Se ha roto el hechizo de ‘chico busca chica’, ahora las historias son de amores múltiples porque las series tienen muchos capítulos».
Gutiérrez Aragón también ha comentado que «la novela actual está muy influenciada por el cine», algo que habla bien del séptimo arte. Respecto a las adaptaciones, el cineasta ha subrayado que, por lo general, «la novela siempre aporta más matices que el cine por su gran riqueza en el léxico. La adaptación siempre se centra en la parte de la acción».
«A los actores»
Por otra parte, Gutiérrez Aragón se ha referido a la publicación, el próximo septiembre, de su última obra literaria, el ensayo A los actores, que ha escrito tras «estudiar» sus propias experiencias con actores de la talla de Fernando Fernán Gómez, Oscar Jaenada, José Coronado o Ángela Molina, «entre otros». Una obra en la que reflexiona sobre «lo que está vivo en las películas», ya que pese «al glamour y cotilleos que rodean a los actores, poco se cuenta de su faceta no de personajes, sino de personas».
Finalmente, sobre su discurso de ingreso en la Real Academia Española (RAE), en la que ocupará el sillón F, ha asegurado que no tiene «ni la más puñetera idea de lo que voy a hacer», y ha bromeado: «Estará escrito dentro de seis o siete años». Lo que sí ha asegurado es que hablará de cine, porque «el cine tiene que estar representado en la Academia».
