El primer ministro de China, Li Kequiang, ha concluido su visita al epicentro de las masivas explosiones de esta semana en Tianjin –que se han cobrado las vidas de 112 personas, 21 de ellas bomberos– ordenando una investigación completa de lo sucedido.
Li visitó la zona todavía en cuarentena donde los equipos están limpiando los restos de los materiales que originaron la explosión –según la versión oficial, productos quiímicos que explotaron con una potencia equivalente a 21 toneladas de TNT–, así como las viviendas improvisadas donde se alojan los ciudadanos afectos, y los hospitales.
Dos explosiones industriales en China dejan al menos 44 muertos