La mujer, llamada Lorraine Crighton-Smith, ha contado a BBC que tenía activada la función porque la había estado usando previamente para enviar fotografías a un contacto, pero que de pronto apareció en su pantalla la imagen del pene de un hombre.
Lo que le ha hecho sospechar de que era algo intencionado fue el hecho de que tras eliminarla, recibió una segunda imagen. «Rechacé la imagen, instintivamente, y otra imagen apareció, momento en el que me di cuenta de que alguien cerca debía estar enviándomelas, y me preocupó», ha explicado la mujer.
«Me sentí violada, fue algo realmente desagradable y forzado en mi pantalla», ha continuado explicando. «Mi nombre en Airdrop dice Lorraine así que sabía que se lo estaba enviando a una mujer. Las imágenes eran de naturaleza sexual y fue angustioso».
La víctima acudió primero a la Policía del Transporte Británico, para alertarles de lo que había ocurrido durante el trayecto en tren. La Policía está investigando el suceso, pero han explicado que, según ha recogido BBC, al haber rechazado las imágenes no hay pruebas sobre las que poder actuar.
Sin embargo, aunque el uso de Airdrop les ha resultado nuevo, la forma de actuar de este tipo de acoso, no. La superintendente Gill Murray ha comentado que ya han visto casos similares mediante el uso de Bluetooth.
«Recibir una imagen indecente de alguien que no conoces debe ser muy desagradable y algo que nos tomamos muy seriamente. Si te ocurre», ha explicado la superintendente, «nuestro consejo es que mantengas la calma, guardes la imagen y lo comuniques a la Policía tan pronto como sea posible».