Es el vídeo que está creando polémica en Estados Unidos en el que se ve a un policía de Kentucky que deja esposado a un niño durante quince minutos. La razón, según explica el propio policía en el vídeo, es que el niño se está «portando mal». El pequeño, de ocho años y con transtorno de atención, llora de dolor mientras el agente ignora sus quejas.
La Unión Estadounidense por los Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha denunciado la actuación de un policía en un colegio de Kentucky, en Estados Unidos, aldejar esposado a un niño durante 15 minutos e ignorar su llanto y lamentos de dolor.
El soporte de su denuncia es un vídeo en el que un agente esposa por la espalda a un niño de 8 años, ignorando su llanto y sus gritos de dolor. Le explica que lo castiga por su mal comportamiento, a pesar de que el pequeño sufre un transtorno de hiperactividad y déficit de atención.
El pequeño tuvo colocadas las esposas durante 15 minutos a pesar de que su uso en menores está expresamente prohibido.