La triste conmemoración del 70 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y los cientos o miles de palabras que se dirán al respecto, caerán en saco roto, casi en el mismo momento de haber sido dichas.
EEUU y JAPÓN, dos países rivales hace 70 años, rendirán homenaje hoy a los miles de muertos producidos, en pocos segundos, en aquella ciudad, tras sufrir 8000 grados de temperatura.
Se habla de laa motivaciones que llevaron a TRUMAN, presidente de los EEUU, en aquel momento, a autorizar el lanzamiento; terminar la guerra cuanto antes, bajas de soldados, comienzo de la guerra fría, etc. Poco se habla de unas consecuencias que se siguen sufriendo hoy en dia.
Sorprende eso si, que ambos EEUU y JAPÓN, mantengan la tensión bélica e incluso la acrecienten.
Que Japón acabe de legislar leyes que autorizan a utilizar su ejército fuera de sus fronteras, transformando para ello su Constitución; que EEUU, siga siendo uno de los mayores exportadores de armas, hacen valer la afirmación anterior.
Las palabras «No a la guerra», «Queremos Paz», que se pronunciaran hoy, deberían ser una realidad presente y futura, que no debería olvidarse.
Descansen en Paz las más de 100.000 personas que murieron en menos de ocho segundos aquel día y los siguientes días en Nagasaki, donde explotó una segunda bomba atómica.
