El crecimiento económico de Estados Unidos se frenó más de lo previsto en el primer trimestre, ya que el frío redujo el gasto del consumidor y las compañías de energía, afectadas por los precios más bajos, disminuyeron sus inversiones, aunque existen señales de que la actividad se recupera.
El producto interior bruto (PIB) creció a un ritmo anual de sólo un 0,2 por ciento en los tres primeros meses del año, dijo el miércoles el Departamento de Comercio.
La cifra representa un retroceso importante desde el 2,2 por ciento del cuarto trimestre y marca el dato más débil en un año.
La fortaleza del dólar y un conflicto laboral en los puertos de la costa oeste estadounidense, ya resuelta, también afectaron al crecimiento, dijo el Gobierno.
Si bien las débiles cifras del PIB podrían repercutir en los mercados financieros, este crecimiento probablemente no sea un reflejo verdadero de la situación actual de la economía, dado el papel de los efectos temporales como el clima y el conflicto portuario.
Los datos del PIB del primer trimestre fueron divulgados pocas horas antes de que la Reserva Federal estadounidense concluya un encuentro de política monetaria de dos días.
Se prevé que los responsables del banco central reconozcan el crecimiento más lento, pero de todos modos considerarán que es un factor temporal, en un comunicado que emitirán tras su reunión.
Si bien existen señales de que la economía está saliendo del bache, datos de construcción de viviendas, manufacturas, ventas minoristas e inversión empresarial sugieren que el repunte carecerá del vigor observado el año pasado, cuando la economía se recuperó de otra ola de frío.
Al inicio de este año, muchos economistas creían que la Fed elevaría los tipos de interés desde el actual cero por ciento en junio. Ahora la mayoría de las estimaciones apunta a septiembre.