Como estamos en campaña electoral, los candidatos a presidir el gobierno de Navarra, empiezan a lanzar sus proclamas electorales. Como no podía ser de otro modo, el Fuero navarro, vuelve a ser utilizado por ello, intentando que los corazones de los futuros votantes se inclinen hacia quienes defienden uno de los elementos que marcan la singularidad de navarra dentro de España, su norma propia, su Fuero.
Da que pensar que ahora se utilize para despertar conciencias, pero para nada más.
Desde la ley paccionada de 1841, el régimen foral navarro, se ha visto sujeto a los vaivenes de la politica nacional, en los que los gobiernos liberales de uno u otro signo, conservador o progresista, monarquía o república, dictadura o democracia, han ido poco a poco recortando los derechos pactados en el fuero, hasta el punto de que hoy incluso, llegan a presentarse partidos que lo tildan de anacrónico y que pretenden, no solo reducirlo a la mínima expresión, sino a hacerlo desaparecer.
Que se diga que «el Fuero es derecho, pacto y futuro para Navarra» sin decir que se va ha hacer cuando desde el gobierno central se ataca al Fuero, esta última legislatura es buena muestra de ello, o porque en Madrid se vota, se sigue, sin ningún tipo de miramiento, el dictado gubernamental, no deja de ser una perogrullada.
Como bien dice una política navarra, Dña. Nieves Ciprés, «si se pierde Navarra, se pierde España» y esto, parece que casi nadie se da cuenta.