La AEAT dice que no se trata de investigar perfiles privados sino de reforzar la lucha antifraude
Conocerá la red de contactos y la actividad online de particulares y empresas. España es uno de los países de Europa que tiene un mayor acceso a datos de sus ciudadanos.
La Agencia Tributaria “peinará” las redes sociales para encontrar información que pueda incorporar en investigaciones sobre sospechosos de fraude fiscal. En concreto, el organismo utilizará herramientas y programas informáticos que buceen en internet para recopilar datos susceptibles de ser indicios de infracción. Estas técnicas de análisis de las redes sociales aparecerán en el plan de control tributario de 2015, que el organismo publicará en los próximos días.
Entre la información que pueda servir como pistas para investigaciones están las relaciones entre usuarios inspeccionados, las fotos subidas o las conversaciones en plataformas como Facebook, Twitter o demás redes sociales. Los datos a los que tendrá acceso la agencia será información pública, ya que sólo podría pinchar la conexión de los ordenadores o utilizar datos exclusivos en perfiles de redes sociales mediante autorización judicial.
Programas informáticos para recabar información
Toda información es susceptible de resultar de utilidad para la Agencia Tributaria. Y, en este sentido,Internet y las redes sociales en particular representan una inagotable fuente de datos para Hacienda, que ya utiliza y que explotará de forma más intensa en los próximos meses. A lo largo de este año, el fisco empezará a utilizar programas «espía» informáticos que son capaces de procesar, seleccionar y recabar información que se encuentra en las redes sociales y en internet. Hacienda ampliará así sus ficheros con, por ejemplo, los contactos y relaciones online de los obligados tributarios.
Ahora, con los programas que rastrearán internet, la Agencia Tributaria incorporará una nueva y potente fuente de información. Con ello, los funcionarios de la Agencia Tributaria contarán con más herramientas en sus investigaciones y conocerán la red de contactos y relaciones de los contribuyentes. A partir de una inspección, se podrán detectar situaciones sospechosas y anómalas de otros obligados tributarios. O establecer conexiones en fraudes fiscales entre contribuyentes y empresas que aparentemente no tenían relación. De alguna forma, Hacienda tiene la ambición de convertirse en una suerte de gran hermano.