El presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, reclamaron hoy el cumplimiento integral de los acuerdos de Minsk y hacer todo lo necesario «para que cese el baño de sangre» en Ucrania.
Tras señalar que los acuerdos de alto el fuego «han sido violados varias veces», Hollande dijo en una conferencia de prensa que los acuerdos de paz alcanzados la pasada semana en Minsk «deben ser ahora integralmente respetados sobre el conjunto de la línea del frente» y que van a mantener las discusiones con Rusia y Ucrania para velar por la eficacia de ese texto.
Merkel reconoció que el proceso es «difícil pero vale la pena», y avanzó que si alguna parte viola lo establecido «podría haber sanciones».
Pese a ello, dejó claro que las reuniones conjuntas no buscan aplicar esas medidas de castigo, sino «hacer algo por la estabilidad de la paz y la estabilidad en la región».
La canciller recordó la «inconveniencia» de que los primeros acuerdos de Minsk, alcanzados en septiembre de 2014, no especificaban varios aspectos, lo que permitió a las partes «esconderse en las incertidumbres».
Sin embargo, ahora los trece puntos del nuevo acuerdo «deben aplicarse, en algunos casos en los próximos meses y en otros rápidamente», destacó Merkel
Preguntado sobre si tiene constancia de la supuesta entrada de carros de combate rusos en territorio ucraniano, Hollande dijo que no tenía confirmación, pero advirtió del riesgo de una escalada si no se respeta la frágil tregua.
Los separatistas prorrusos dieron hoy por terminadas las acciones militares en el Este de Ucrania y han procedido a retirar el armamento pesado en coordinación con la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), según el mando rebelde.
