Quince inmigrantes murieron hace un año cuando intentaban acceder a la playa de Ceuta
Un año después de la tragedia del Tarajal, donde 15 inmigrantes murieron cuando intentaban acceder a nado a la playa, la titular del juzgado número seis de Ceuta ha citado a declarar a 16 guardias civiles como imputados para esclarecer los hechos. En el escrito judicial, la instructora de la investigación llama a declarar en tandas de cuatro a los mandos y soldados rasos que el seis de febrero de 2014 estaban en el espigón desde donde se dispararon al mar pelotas de goma y botes de humo hacia la zona donde los inmigrantes intentaban nadar. La primera de las comparecencias se celebrará el próximo tres de marzo.
En concreto, los citados a declarar son un capitán de la Guardia Civil, un sargento, un teniente y trece guardias civiles que estuvieron presentes la mañana de los hechos en el despliegue policial organizado en la playa de El Tarajal.
Presunto delito de homicidio por imprudencia
La instrucción se abrió para investigar un presunto delito de homicidio por imprudencia y trata de dilucidar si la actuación de las fuerzas de seguridad en la playa aquella mañana tuvo relación causa efecto con las muertes de al menos cinco migrantes, aquellos cuyos cadáveres fueron recuperados en aguas españolas.
La citación hace referencia al artículo 118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el mismo que regula el derecho de defensa ante la imputación por un acto punible, es decir, que los guardias civiles declararán en calidad de imputados.
Es la primera vez desde que se iniciaron las actuaciones judiciales a instancias de un grupo de ONG entre las que figuran la Coordinadora de Barrios y CEAR, que agentes de la guardia civil comparecerán ante el juzgado.
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Los Guardias Civiles son miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; ergo agentes de la Autoridad y desde luego no son soldados.
Una vez dicho eso destacar que es un cuerpo sujeto a disciplina militar en el cual sus miembros, todos, independientemente de su graduación, obedecen órdenes. Veremos dónde acaba la depuración de responsabilidades en tan lamentable caso.