Poco han durado los buenos momentos. Presumir, lo que se dice presumir, poco.
Sabemos que en tiempos de crisis el paro y la economía fluctúa y cambia. Lo peor es que cuando el gobierno dice que mejor van las cosas y que estamos en la recuperación, la crisis está olvidada etc… peor va la economía personal y familiar.
Los gobiernos, autonómicos o nacional, publican datos y datos macroeconómicos con el fin de hacer llegar a los ciudadanos la idea, la imagen, del todo va bien. Pero de la macroeconomía no vive el hombre. La realidad, pura y dura, es que el paro continua, los autónomos, dados de alta, aumentan para luego reducir lo recuperado. Y estos datos temporales y hetéreos son utilizados por el gobierno como positivos.
Sea como fuere, las reformas fiscales y laborales están ahí. Pero ni inciden en el ahorro de lo supérfluo e inútil, ni en la creación de empleo ni tampoco en el crecimiento económico.
Los ciudadanos quedamos al albedrío de unas cuentas que bailan y se manipulan al antojo de la situación creada. En un 2015 electoral y dificil, de cuentas macroeconómicas manejadas y que nada solucionan la crisis, todo queda a la decisión del votante. El que castiga o premia.
Directora NI