Uno de los cuantiosos refranes o sentencias que la sabiduría popular ha creado, es aquel que dice: “la costumbre hace el uso”, queriendo decir que lo que se ha venido haciendo desde tiempo inmemorial, se da por válido.
Desde hace ya algún tiempo, grupos de ciudadanos y partidos políticos, están pidiendo a la Iglesia católica que no se considere la dueña de lo que, desde principios de nuestra era, viene utilizando para sus ceremonias religiosas y que, nunca nadie, hasta ahora, ha puesto en tela de juicio.
Las leyes están para cumplirlas, eso es cierto. No importa sin son leyes de 1946 o realizadas en tiempos de otros regimenes políticos, pero el caso es que son leyes y hay que cumplirlas. La iglesia, por tanto, debe registrar documentalmente lo que siempre ha sido suyo. Flaco favor se haría si no lo llevara a término.
Asistimos a un crecimiento, cada vez mayor, de posturas contrarias al catolicismo que nos deberían hacer perder el norte y reconocer, en este caso, a la Iglesia católica y en otros casos a otras religiones, la bondad de muchos de sus planteamientos. Es muy fácil atacar a quien se sabe que no va a responder. Debemos realizar una reflexión clara y adecuada en estos aspectos, porque corremos el riesgo de crear una sociedad sin valores y llena de individualismos.