Las empresas de transporte que tengan conductores reincidentes en infracciones de tráfico podrían ser obligadas a dejar de prestar ese servicio, según una medida que los ministerios de Interior y Fomento están negociando para reducir la siniestralidad en furgonetas, camiones y vehículos articulados.
Una medida que se quiere tomar, junto con otras de control específico de velocidad, después de que se haya observado un incremento notable en el número de fallecidos en accidente de tráfico en este tipo de vehículos, precisamente el único grupo junto con los ciclistas que ha subido en víctimas mortales.
De hecho, tal y como han explicado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y la directora general de Tráfico, María Seguí, en los usuarios de furgonetas el número de fallecidos en 2014 casi ha doblado el del año anterior, 45 más que un año antes.
En rueda de prensa, ambos han expresado su preocupación por este incremento y, por ello, han manifestado la necesidad de tomar medidas que permitan reducir estos siniestros.
Una de ellas sería trasvasar el tráfico de estos vehículos de carreteras convencionales o secundarias a vías de alta capacidad, así como establecer controles de velocidad específicos para ellos, medida esta última que se adoptará este mismo mes.
A partir de primavera está previsto que los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las ITV móviles realicen controles de carga y facturación, con especial énfasis en las entradas y salidas de los puertos.
Ya sin fecha, porque depende de la negociación con Fomento, la intención es crear un sistema de identificación de infractores reincidentes y la puesta en marcha de inspecciones a sus empresas que podrían dar lugar a la pérdida de su «honorabilidad» o, lo que es lo mismo, a no poder prestar sus servicios de transporte.
