La Comisión Europea ha dictaminado que el presupuesto presentado por España para 2015 no asegura el cumplimiento del objetivo de déficit público fijado por Bruselas, que es del 4,2%, por lo que ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy que adopte los ajustes adicionales necesarios para respetar el Pacto de Estabilidad.
«La Comisión considera que el proyecto de presupuesto de España está en riesgo de incumplimiento de las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento», señala el dictamen de Bruselas. «En particular, el proyecto de presupuestos no garantiza el cumplimiento de los objetivos presupuestarios», resalta la Comisión en un comunicado.
Por ello, el Ejecutivo comunitario «invita a las autoridades a adoptar las medidas necesarias dentro del procedimiento presupuestario nacional para garantizar que el presupuesto de 2015 se ajuste al Pacto de Estabilidad».
Además de España, Bruselas ve riesgo de incumplimiento en los presupuestos para 2015 de Francia, Italia, Bélgica, Malta, Austria y Portugal. En contraste, los proyectos de los planes presupuestarios de Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Eslovaquia «cumplen estrictamente el Pacto». El resto de países de la eurozona examinados (Estonia, Letonia, Eslovenia y Finlandia) lo cumplen «en términos generales».
La Comisión Europea (CE) insta a España a tomar las «medidas necesarias» dentro del proceso presupuestario para 2015 para alejar el «riesgo de incumplimiento» de sus objetivos de reducción de déficit público. «No se espera que el plan presupuestario asegure el cumplimiento de los objetivos presupuestarios establecidos en el procedimiento por déficit excesivo», afirma la Comisión en un comunicado. El Ejecutivo comunitario también «invita» a España a tomar las «medidas necesarias» para asegurar que mantiene el ritmo pactado en la reducción del déficit. El déficit de España se situará el año que viene en el 4,6%, cuatro décimas por encima del objetivo del 4,2% pactado con la UE, según las previsiones de otoño de la Comisión Europea. España volverá a incumplir su meta en 2016 con un déficit del 3,9% (cuando tiene que bajar del 3%).
“La Comisión considera que el proyecto de presupuesto de España está en riesgo de incumplimiento de las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, señala el dictamen de Bruselas. “En particular, el proyecto de presupuestos no garantiza el cumplimiento de los objetivos presupuestarios”, resalta. Por ello, el Ejecutivo comunitario “invita a las autoridades a adoptar las medidas necesarias dentro del procedimiento presupuestario nacional para garantizar que el presupuesto de 2015 se ajuste al Pacto de Estabilidad”.
Además de España, Bruselas ve riesgo de incumplimiento en los presupuestos para 2015 de Francia, Italia, Bélgica, Malta, Austria y Portugal. En contraste, los proyectos de los planes presupuestarios de Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Eslovaquia “cumplen estrictamente el Pacto”. El resto de países de la eurozona examinados (Estonia, Letonia, Eslovenia y Finlandia) lo cumplen “en términos generales”.
En el caso de Francia, Italia y Bélgica, el incumplimiento del Pacto debería implicar avanzar en el proceso sancionador por déficit excesivo. Sin embargo, la Comisión ha decidido aplazar su decisión cuatro meses, hasta marzo de 2015, para dar una última oportunidad a los tres países para aprobar los recortes y reformas exigidas.
España, al igual que los demás socios de la eurozona excepto Chipre y Grecia, enviaron sus proyectos presupuestarios a la CE el 15 de octubre y la institución comunitaria informó dos semanas después de que no rechazaba ningún borrador. La CE no enmendó así, al menos temporalmente, los presupuestos de Francia e Italia, tras advertir a ambos y a Austria de un posible incumplimiento con las reglas de consolidación fiscal, y pedir a Malta, Eslovenia y Finlandia información adicional.
Francia e Italia anunciaron entonces esfuerzos adicionales para rebajar el déficit y retomar el camino de ajuste hacia el equilibrio presupuestario y la reducción de la deuda, respectivamente, a fin de evitar un enfrentamiento con Bruselas. París ha requerido abiertamente dos años más a la CE, al ver imposible situar su déficit por debajo del 3 % del PIB en 2015.
