La más pequeña de los Alba, Eugenia, no podía contener las lágrimas durante la misa, consolada por la exnuera de Cayetana y por su propia hija
El último adiós de los familiares y sevillanos a la fallecida este juevesCayetana, la duquesa de Alba, ha estado rodeado de una gran emotividad en la que han destacado las lágrimas y los abrazos del marido, Alfonso Díez, los hijos y nietos de Cayetana.
El viudo se veía inconsolable ante el féretro de su mujer en el funeral en el que muy pocos pudieron contener la emoción. Tampoco Carlos Martínez de Irujo, duque de Huéscar y próximo duque de Alba, cuyo habitual rostro serio estaba embargado por el llanto por la pérdida de su madre.
La más pequeña de los Alba, Eugenia, no podía contener las lágrimas durante la misa, consolada por la exnuera de Cayetana, Genoveva Casanova, y por su propia hija, que no ha soltado a su madre en ningún momento.
Jacobo tampoco se ha separado de su hermana intentando infundirla ánimos bajo la mirada de su mujer, Inka Martí.
Al término de la misa del funeral volvían a vivirse momentos de intensa emoción al abrazarse entre sí los hijos de doña Cayetana y,especialmente cariñoso ha sido Alfonso Díez, quien, llorando, se ha abrazado a la nieta de su mujer, la hija de Eugenia Martínez de Irujo.
El féretro de la aristócrata, rodeado por cuatro blasones blancos y un gran cirio pascual en el altar presidido por una imagen de la Virgen de la Granada, ha hecho su entrada en el templo portado por sus nietos mientras sonaban los acordes interpretados por la coral polifónica acompañada por el organista de la catedral.