La estructura consiste en nanoporos, pequeños agujeros en una lámina de cerámica que contienen electrolitos para transportar la carga eléctrica entre los extremos del electrodo. El dispositivo existente es todavía un modelo piloto, pero la minúscula batería funciona. Chanyuan Liu, posgrado en ciencias de los materiales e ingeniería en la UMD y autor del trabajo, asegura que se puede cargar completamente en 12 minutos y recargarse miles de veces.
Podría ser diez veces más potente
Muchos millones de estos nanoporos pueden ser hacinados en una batería del tamaño de un sello de correos. Una de las razones por las que los investigadores piensan que este dispositivo es exitoso es porque cada nanoporo tiene la misma forma que los demás, lo que permite que puedan fabricarse las diminutas baterías de manera eficiente. El espacio interior de los orificios es tan pequeño que, si se sumara el de todos los nanoporos juntos, el espacio resultante no sería más grandes que el que ocupa un grano de arena.
Una vez que los científicos lograron que la batería funcionara y demostrar su concepto, el siguiente paso ha sido identificar posibles mejoras que podrían hacer que la próxima versión sea diez veces más potente. Lo próximo en pensar en la comercialización, para lo cual los inventores de esta microbatería han concebido estrategias para fabricarla en grandes lotes.