El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, parece empeñado en hacer caja y con ese objetivo se ha desprendido en el último año de más de la mitad de su patrimonio inmobiliario. La última operación se cerró en noviembre del año pasado y consistió en la venta de la que había sido durante años su residencia habitual, un chalet en uno de los barrios de más alto standing de Madrid, el de Conde Orgaz.
Se trata de un chalet de 270 metros cuadrados -la parcela tiene en total 453 metros-, que ha traspasado a un empresario extranjero por alrededor de un millón de euros. Con ello, el exbanquero, imputado en la Audiencia Nacional por la emisión de preferentes y el fraude de las tarjetas opacas, ha logrado importantes plusvalías, ya que cuando adquirió la casa en 1997 pagó por ella 643.000 euros.
La venta se suma además al traspaso de dos pisos de lujo en la Avenida de Concha Espina, junto al barrio del Viso, también en Madrid, por alrededor de otro millón de euros y a la cesión a la Diócesis de Jaén de una finca familiar que compartía con sus hermanos en la localidad de Orceda (Jaén).
Los pisos de Concha Espina, que suman más de 200 metros cuadrados en una única casa -están unidos, aunque inscritos en distintas hojas registrales- se vendieron a un abogado de Uría, el bufete que le apoyó en 2008 en plena batalla por Esperanza Aguirre.
El traspaso se llevó a cabo curiosamente en abril de 2013, tan sólo unos días antes de que el juez Elpidio José Silva decretara su ingreso en prisión por la compra del banco estadounidense City National Bank of Florida y de que Blesa tuviera que depositar una fianza penal para salir en libertad de 2,5 millones.
El chalet del barrio de Conde Orgaz, la última propiedad vendida, fue comprada por Blesa tan sólo meses después de ser nombrado presidente de Caja Madrid, con un préstamo hipotecario por la mitad del valor, con condiciones, además, muy ventajosas.
La referencia entonces de los créditos hipotecarios, el mibor, se situaba en torno al 4,6%, lo que suponía que cuando las entidades financieras ofrecían a sus clientes préstamos a tipo fijo para financiar la compra de una vivienda, el interés se situaba entre el 6,5% y el 7,5%.
Sin embargo, según consta en las escrituras, Caja Madrid aplicó a su presidente un tipo hasta 2,25 puntos menor que el registrado en el mercado, ya que se fijó en 5,25% durante toda la vida del crédito. Es cierto que dependiendo de la entidad que concedía el préstamo, el interés fijo variaba, pero en ningún caso bajaba del 6,5 a no ser, como es el caso, que el cliente tuviese ciertos privilegios.
La concesión de la hipoteca, en unas condiciones así mucho más favorables que las que regían en el mercado, supuso para Blesa un ahorro mensual en intereses de unos 300 euros, algo más de 18.000 euros durante los cinco años que estuvo pagando las cuotas, ya que pasado este tiempo amortizó anticipadamente el préstamo.
El exbanquero, que ha ingresado en total más de dos millones de euros en el último año, conserva todavía otro chalet en la urbanización de La Florida, también en Madrid, y que compró con su actual esposa, Gema Gámez en diciembre de 1999 por 1,2 millones de euros, y un pareado en San Lorenzo de El Escorial, además de una pequeña casa, junto a sus hermanos, fruto de una herencia familiar, en la localidad jienense de Linares.
Todas estas propiedades serán embargadas ahora por el juez después de que ayer concluyera el plazo dado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu para que depositara una fianza de 16 millones de euros por responsabilidad civil ante el fraude de las tarjetas opacas.
El expresidente de Caja Madrid ha estado intentando hasta el último momento que Mapfre se hiciera cargo el importe de la caución con la póliza de seguro que tenía contratada la entidad y que está cubriendo ya los gastos de su defensa, que corre a cargo del bufete Albiñana y Suárez de Lezo. El juez Fernando Andreu rechazó ya la semana pasada la petición, pero Blesa remitió una carta a la aseguradora pidiéndole el dinero, algo a lo que Mapfre no ha contestado todavía.
La venta de gran parte de su patrimonio provoca ahora sospechas, sin embargo, de un posible alzamiento de bienes, según aseguran distintos abogados personados en la causa como acusación particular.
«Parece lo mismo que hizo Gerardo Díaz Ferrán, exconsejero también de Caja Madrid. Podría estar tratando de hacer caja para llevarse el dinero fuera y ponerlo a salvo. Es una práctica muy habitual, que habrá que investigar», explica Joaquín Yvancos, un abogado que defiende en la Audiencia los intereses de un grupo de algo más de 200 preferentistas.
Una vez agotado el plazo, el juzgado de instrucción 4 de la Audiencia Nacional iniciará un proceso de averiguación patrimonial y requerirá al Registro de Bienes Muebles, al Registro Mercantil, al Registro de la Propiedad, a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria un listado sobre los bienes de Blesa. Según fuentes jurídicas, se buscará no sólo el patrimonio que es público, sino también el que pueda tener oculto.
