Agentes de la Policía Científica registran la vivienda del barrio madrileño de Hortaleza, donde el presunto pederasta de Ciudad Lineal, detenido este miércoles en Santander, vivía con su madre. Los agentes iniciaron la inspección en torno al mediodía de ayer, horas después de que la Policía arrestara en Santander a Antonio Ángel Ortiz Martínez, de 42 años, acusado de cinco abusos sexuales a menores y tres tentativas.
Frente al domicilio se han desplegado decenas de agentes para controlar la zona, donde también se han congregado numerosos medios de comunicación. Son pocos, sin embargo, los curiosos en el entorno, salvo algunos vecinos que se han asomado a las ventanas ante la expectación mediática en la calle.
El registro de esta vivienda se podría prolongar durante horas; y este jueves está previsto que la Policía inspeccione otra vivienda, propiedad de la familia del detenido, que en la actualidad está vacía, según han informado fuente policiales.
En esta última, situada a unos tres kilómetros de su residencia habitual y también en el barrio de Hortaleza, los investigadores creen que el pederasta habría llevado a las menores raptadas.
Mientras, el detenido ya se encuentra en dependencias policiales de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, y pasará a disposición judicial previsiblemente el viernes en el juzgado de instrucción número 10 de Madrid.
A última hora de ayer, Antonio Ángel Ortiz Martínez, de 42 años, se encontraba en un calabozo de la Jefatura de Policía de Madrid a la espera de prestar declaración. “Visiblemente desmejorado”, según fuentes policiales, vestido con su inseparable chándal y una camiseta negra, preguntó “con aire chulesco” a un mando policial cuándo le iban a explicar qué hacía él en comisaría.
El supuesto pederasta, «el enemigo público número uno”, según lo definió la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; el hombre que mantuvo en vilo durante meses a un barrio entero, el de Ciudad Lineal, en Madrid; el que obligó a la policía a dedicar más de un centenar de hombres a su captura y a reclamar la colaboración del FBI, dice, según fuentes policiales, desconocer de qué se le acusa y por qué fue arrestado a las 7.37 horas del miércoles en una casa de Santander, a donde huyó hace dos semanas tras sentir el aliento de la policía.
Las fuerzas de seguridad le atribuyen el secuestro y violación de cinco niñas y de otras tres en grado de tentativa. Todas sus víctimas son menores de cinco a 11 años y las agresiones se repitieron desde julio de 2013. La policía no descarta ampliar la lista porque en el transcurso de la investigación ha descubierto ataques que no habían sido denunciados.
Vaya pajarraco, tentativa de asesinato, delitos contra la salud publica, que os jugáis a que solo le caen 8 años… Castración y perpetua revisable.