El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mostró hoy sus reservas hacia la futura Comisión Europea de Jean-Claude Juncker y le reclamó más inversiones para el crecimiento y el empleo, así como un cambio en la política económica comunitaria para que se aleje de la senda de la austeridad
El líder del PSOE, que por primera vez visitó la sede de la Eurocámara en Estrasburgo (Francia), justificó sus reticencias al nuevo Ejecutivo europeo en que los socialistas creen que «en Europa tienen que cambiar las cosas y a un ritmo mucho más intenso».
«La receta no puede volver a ser la austeridad. En España hay varios millones de desempleados», señaló.
Sánchez, que se ha reunido con el presidente del Parlamento Europeo (PE), el socialdemócrata alemán Martin Schulz, con el comisario de Empleo, Laszlo Andor y con el líder de los socialistas en la Eurocámara, Gianni Pittela, aprovechó la visita para trasladarles sus propuestas de política económica europea.
Esa agenda, explicó, pasa porque el Banco Central Europeo (BCE) comparta junto a su prioridad con la estabilidad de precios, una prioridad por el crecimiento y el empleo.
Asimismo, urgió a poner en marcha un plan de inversión público decidido para el empleo «sobre todo en los países con niveles superiores al 15 % de paro», así como un plan de garantía juvenil que se amplíe de los 25 a los 30 años.
Otra de las líneas rojas para Sánchez de cara a los próximos años y sobre el que quieren que dé aclaraciones la nueva CE es la concretización del plan de inversión de 300.000 millones de euros anunciado por Juncker y cómo afectará a España.
El decálogo de medidas para impulsar a corto plazo la economía de la UE expuesto por Sánchez a Schulz y Andor pasa igualmente por la creación de un «verdadero mercado europeo de trabajo» en el que «se incentive la movilidad laboral del continente y promoviendo que los trabajadores puedan instalarse en cualquier punto de Europa sin perder derechos laborales», explicó Sánchez.
Completan el paquete de medidas la inversión en infraestructuras productivas, completar la unión bancaria, la lucha contra la depreciación del euro, la reindustrialización de Europa, un plan de crecimiento para las pymes y una política energética europea.
Sánchez explicó también que la delegación socialista en la Eurocámara está «muy lejos del sí» a la nueva comisión de Juncker, que debe someterse al escrutinio y votación del Parlamento Europeo a partir del 29 de septiembre próximo.
«Estamos muy lejos del sí. Vamos a esperar a las comparecencias de los candidatos, a saber cuáles son exactamente sus políticas, objetivos y compromisos y a partir de ahí concretaremos nuestra posición», dijo Sánchez a los periodistas.
A propósito del designado comisario español, Miguel Arias Cañete, para la cartera de Energía y Acción por el Clima, señaló que los socialistas plantearán su audiencia «en términos de contenidos, prioridades y propuestas».
A propósito de que el futuro comisario de Energía y Medio Ambiente haya vendido las acciones que poseía en dos petroleras, Sánchez señaló que debió hacerlo «mucho antes».
«Un candidato que aspira a ser candidato a comisario de cambio climática difícilmente puede tener intereses, difícilmente, no, imposible, en empresas petrolíferas», explicó el líder socialista.
Los socialistas españoles también tienen dudas sobre la idoneidad del futuro comisario de Educación, el húngaro Tibor Navracsics, y del hecho que el comisario de Economía, el socialista francés Pierre Moscovici, esté supeditado al vicepresidente al conservador Jyrki Katainen en el nuevo organigrama de la CE, explicaron fuentes del partido.
Se trata de la primera vez que Sánchez visita la Eurocámara desde que asumiera la secretaría general socialista y después de que la pasada semana relevara a Elena Valenciano por Iratxe García, como jefe de la delegación europea del PSOE.
