En su viaje oficial a Australia, el titular de exteriores recordó que nuestro país es fronterizo con el norte de África, zona de actividad de Al Qaeda o el Estado Islámico.
Además, alerta de que si Rusia no cambia su política con Ucrania, las relaciones internacionales darán un giro drástico.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo hoy que el Estado Islámico (EI), Al Qaeda y el fenómeno yihadista son también un riesgo para España. Es una amenaza para» todos los países de Oriente Medio y el norte de África, muy especialmente Libia, y no olvidemos que somos frontera con el norte de África»
García-Margallo, de gira por varios países de Asia y Oceanía, hizo estas declaraciones a los periodistas después de mantener en Sydney un almuerzo con inversores y empresarios australianos, miembros del European Asian Business Corporation (EABC).
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró ayer que la decapitación del periodista estadounidense, Steven Sotloff, a manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), no intimidará a su país y prometió que «se hará justicia».
«El Gobierno español, como el resto de los gobiernos de la UE, estamos absolutamente convencidos de que el desafío que presenta el EI es de «una extraordinaria magnitud y relativamente nuevo», señaló el jefe de la diplomacia española.
La crisis entre Kiev y Moscú afecta a todos los países
García-Margallo, abogó también por encontrar una solución a la crisis entre Rusia y Ucrania porque de lo contrario, dijo, se asistirá a un «cambio radical en las relaciones en el mundo» que «no es deseable ni para europeos, occidentales o rusos».
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, presentó ayer un plan de paz de siete puntos para el este de Ucrania tras mantener una conversación telefónica con su colega ucraniano, Petró Poroshenko, después de la cual Kiev anunció un acuerdo para el alto el fuego en la zona del conflicto.
«Lo importante ahora es encontrar una vía de solución para el problema abierto entre Rusia y Ucrania, que se extiende a todo Occidente», aseguró el ministro. Señaló que mantener la tensión entre dos países soberanos como Rusia y Ucrania puede tener unas consecuencias importantes para todo el mundo.
Tras afirmar que cree en la «coexistencia pacífica» entre Occidente y, especialmente, entre la UE y Rusia, García-Margallo señaló que «la estación final es una zona de libre comercio con Rusia».
«Necesitamos colaborar con Rusia para resolver los problemas, el problema iraní, Afganistán, Siria o Irak», apuntó.
Explicó que su deseo es que la situación se arregle y concretó que esa solución pasa por el reconocimiento de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
«Rusia tiene que cambiar el rumbo si quiere que nos encontremos en esa vía de colaboración y no en la vía del enfrentamiento», dijo.
Y apostilló: «Si el enfrentamiento se produce vamos a asistir a un cambio radical en las relaciones en el mundo, un cambio en la Alianza Atlántica, en las relaciones entre la UE y Rusia, que no es deseable ni para los europeos, ni para los occidentales ni para los rusos».
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