Una encuesta encargada por LA RAZÓN a NC Report dice que los catalanes tienen la percepción de que se envolvió en la bandera del nacionalismo para lucrarse y que debería ser juzgado.
Los ciudadanos de Cataluña consideran que el escándalo que se ha desatado después de que el expresidente catalán Jordi Pujol reconociese que ha mantenido dinero no declarado a la Agencia Tributaria desde hace más de treinta años desacredita directamente al proceso soberanista, con referéndum ilegal incluido, que ha puesto en marcha Artur Mas, su sucesor al frente tanto de la Generalidad como de CiU.
Los resultados arrojados por la encuesta describen hasta qué punto la admisión de culpa de Jordi Pujol ha erosionado la imagen pública y la legitimidad del secesionismo catalán y, más concretamente, de su sector más moderado, el que representa Convergència, formación política fundada por el ex presidente que ha tenido en sus manos la riendas de Cataluña durante décadas.
Así lo consideran el 54,8 por ciento de los ciudadanos de la región, según una encuesta elaborada por NC Report que publica este domingo el diario La Razón. El porcentaje de catalanes que así lo considera es incluso mayor en el tramo de edad superior a los 65 años, aquellos que tienen una edad similar al expresidente Pujol, y que durante buena parte de su vida han tenido al veterano político catalán como referencia política.
La encuesta refleja también cómo una amplia mayoría de ciudadanos se considera ‘estafado’ por Jordi Pujol, una pregunta a la que responden afirmativamente el 78,5 por ciento de los catalanes consultados, cómo consideran que deberían sentarse en un banquillo para que los jueces dictaminen sobre su futuro (la respuesta a favor alcanzan el 82,9 por ciento) y cómo además consideran que el veterano dirigente político se envolvió en la bandera del nacionalismo para lucrarse (63,2 por ciento de los encuestados).
La encuesta del diario de Planeta dice asimismo que la mayoría de los catalanes creen que el actual presidente de la Generalidad, Artur Mas, también debería dimitir (50,4 por ciento de los consultados), se deberían convocar nuevas elecciones autonómicas (48,9 por ciento es favorable), pero no consideran que se deba renunciar a celebrar el referéndum independentista ilegal (53,2 por ciento son contrarios a esa renuncia).
