El vecino de Pamplona J.M.F.G., de 41 años, continúa ingresado en la UCI del edificio A del Complejo Hospitalario de Navarra (antiguo Hospital de Navarra) tras sufrir una traumatismo craneoencefálico y un derrame cerebral resultado de una agresión ocurrida el domingo 13 de julio. Según ha informado este martes el Gobierno de Navarra, Franco permanece «estable dentro de la gravedad».
J.M.F. fue agredido por un joven estadounidense de 24 años, que posteriormente fue detenido. La juez ha dejado en libertad, sin pasaporte y con la prohibición de salir de España al agresor.
El suceso tuvo lugar el domingo a las 8.35 horas en la calle Estafeta, cuando, por causas que investiga la Policía Municipal, el arrestado golpeó de forma violenta en la cabeza al vecino de Pamplona, que quedó tumbado en el suelo sin conocimiento. Al parecer, el pamplonés que permanece ingresado en estado muy grave tras recibir un puñetazo del estadounidense intentó abusar de la pareja del joven americano, a la que abordó en plena calle cuando ambos paseaban juntos, según el auto judicial por el que se deja en libertad provisional a este extranjero.
Los hechos ocurrieron tras el encierro del domingo en la calle Estafeta, donde el arrestado agredió al vecino de Pamplona y éste, al caer al suelo, se golpeó la cabeza. Según el último parte médico, J.M.F.G., de 41 años, se encuentra «en coma inducido, en estado crítico», después de haber sido intervenido.
La juez de guardia, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), decretó ayer la libertad provisional del joven estadounidense, aunque no podrá abandonar España y deberá comparecer en el juzgado dos veces a la semana tras designar un domicilio en veinticuatro horas.
La magistrada imputa al encausado, que ha pedido perdón por los hechos, un delito de lesiones en concurso con un delito de lesiones imprudentes.
El auto de la juez señala que en las imágenes grabadas por las cámaras instaladas en la calle Estafeta se observa que la agresión tuvo lugar cuando el detenido, Z.R.B., observó que «un sujeto desconocido estaba intentado propasarse con su pareja, abordándola en la calle, sujetándole contra la pared a la vez que intentaba besarla mientras le agarraba por la cintura».
La juez precisa, además, que estos hechos han sido descritos también por la pareja del acusado, a la que también se debe considerar «víctima». «El detenido -agrega el auto-, al oír a su novia alarmada y ver el incidente, utilizó su puño y le propinó un solo golpe, que hizo que cayese contra el suelo con tal mala fortuna que fue ese golpe contra el pavimentolo que ha causado (…) las importantes lesiones que constan en los partes médicos».
La magistrada indica que «no hay duda de la contundencia del golpe propinado», pero precisa que «debe tenerse en cuenta que fue un único puñetazo en el labio, y que no se vio seguido de más golpes o agresiones aprovechando una posible indefensión de la víctima».
Según las imágenes de las cámaras y las manifestaciones de los testigos, el pamplonés que intentó los abusos estaba en un estado «de evidente embriaguez» y andaba zigzagueando. «Sin duda -añade el escrito- su estado pudo afectar también a su pérdida de equilibrio al ser golpeado».
La juez argumenta, por otro lado, que el imputado por la agresión no trató de huir del lugar. «De hecho -continúa el relato de la juez- se echa las manos a la boca y, tras alejarse un poco con su novia, vuelve al lugar y permanece allísin necesidad de ser retenido por los viandantes».
La magistrada entiende que «no hay que restar importancia a la agresión» pero observa que «la motivación del detenido en ese momento era defender a su novia de una situación vejatoria», por lo que no se trata «de una agresión gratuita e inopinada, ni fruto de una pelea tan habitual en estas fiestas».
