Finalmente, José María Aznar sí podría participar en la campaña electoral. «Yo voy donde me invitan. Donde no me invitan, no puedo estar», decía gráficamente el ex presidente a medio día de ayer. «No puedo cambiar las cosas», recalcó. Entonces, el programa electoral pasaba a un segundo plano y la polémica se instalaba en el PP, pero durante la tarde Carlos Floriano se ponía en contacto con la Fundación FAES para intentar dar solución a crisis.
«Estoy en condiciones de decirle que el presidente Aznar que participará en la campaña del PP», señaló Esteban González Pons, número dos de la lista electoral. «Se están barajando las fechas que tendría disponibles y en las que pudiera coincidir» con Miguel Arias Cañete, afirmó sin dar más detalles. «Así lo desea el PP y los votantes del PP», añadió.
Un portavoz autorizado adujo que la llamada de Floriano -que es el responsable de la campaña- no se había producido antes porque todavía se estaban cuadrando las agendas y la caravana electoral. Ahora, precisó, habrá que comprobar si Aznar «puede» asistir a algún acto, habida cuenta de que ya tiene cerrados varias conferencias en el extranjero durante el periodo de campaña. Tampoco desveló si coincidirá o no con Mariano Rajoy como ha sido habitual en años anteriores. FAES no ha confirmado este extremo.
El contacto se produce después de una jornada aciaga para el partido al comprobar como la brecha entre Aznar y Rajoy aumentaba. Todos los medios de comunicación daban cuenta del distanciamiento y apenas hacían referencia a la presentación del programa electoral. La actualidad política daba un vuelco una vez se confirmó la asistencia de Aznar en la conferencia que su mujer, Ana Botella, daba en la Foro ABC. Ante una auténtica nube de informadores, el responsable de FAES trató de abrirse paso no sin dificultades. «No puedo cambiar las cosas», dijo sobre la situación de tensión creada. Aunque aclaró: «Me hubiese encantado hacer un mitin con Miguel Arias. Es un gran amigo y una gran persona».
