El PSOE ha decidido echar el resto para movilizar el núcleo duro de su electorado, al que los sondeos dibujan tan desmovilizado como el del PP, y va a «rehabilitar» políticamente a José Luis Rodríguez Zapatero después de dos años en los cuales sus escasas apariciones se miraban con lupa. En voz baja se le culpaba de la debacle electoral socialista de 2011 no sólo por el giro en política económica de mayo de 2010, sino por acciones de última hora como la reforma constitucional en agosto de 2011 para garantizar el pago de la deuda por encima de todo.
De hecho, el Comité Federal celebró una reunión el 15 de marzo, un día después del décimo aniversario de la victoria el 14-M de 2004 y no hubo mención, más allá del aplauso forzado por el reproche de Juan Fernando López Aguilara tan clamoroso silencio.
Luego, el equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba argumentaría que el PSOE nunca había festejado esa efeméride y sí la llegada a La Moncloa, el 16 de abril de aquel año, precisamente para alejar cualquier celebración del 11-M de fatídico recuerdo. Fue la cabeza de lista en los comicios europeos, Elena Valenciano, quien comunicó personalmente a Zapatero que contaba con él en un acto este sábado en Casa de América en Madrid con el que se pretende conmemorar el décimo aniversario. Y además según se supo ayer, el expresidente del Gobierno va a protagonizar mítines en su tierra, León, y en Orense, Andalucía y Alicante.
Valenciano aseguró que contará con «todos», incluidos Felipe González y los aspirantes a las primarias Patxi López, Carme Chacón, Eduardo Madina y Pedro López porque el partido «y España» se juegan mucho en las elecciones del 25 de mayo. No quiso hacer pronósticos más allá de que el PSOE «va a ganar», pero alejó de sí cualquier lectura en clave de primarias si gana los comicios a Arias-Cañete: «Con estoy voy que chuto», afirmó al ser preguntada si peleará por la candidatura a la Moncloa en 2015.