La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía están en alerta ante el temor de una ‘avalancha histórica’ este fin de semana en las fronteras de Ceuta y Melilla con territorio marroquí.
«Hay mucha expectación en el Gurugú y una enorme concentración de subsaharianos, más de 1.500 personas. No es lo normal. La media en una situación preocupante es de unas 800, y lo normal son unas 500; por tanto, hablamos de tres veces más», aclaran fuentes del Instituto Armado con información recabada sobre el terreno.
El efecto llamada y la aparente impunidad vivida tras la muerte de 15 subsaharianos en la playa del Tarajal (Ceuta) favorece esta crisis de la inmigración, que el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz calificó en su visita a Melilla como «situación de emergencia». Ayer volvió a cifrar en 40.000 los inmigrantes que pretenden acceder a través de ambas ciudades. «Los cálculos de los marroquíes coinciden con los informes de Inteligencia españoles», recalcan las fuentes.
Trepar por la valla es el gran reto de los grupos organizados «con estructuras consolidadas», según los agentes, que se desplazan desde el lado de la frontera marroquí, pero el objetivo es pasar a cualquier precio y con cualquier método.