El dispositivo de seguridad que ha diseñado la Policía ante la declaración judicial de la Infanta Cristina superará con creces al ya de por sí férreo blindaje policial que orquestaron las autoridades los dos últimos años (febrero de 2012 y 2013), cuando su marido Iñaki Urdangarin tuvo que comparecer ante el juez Castro para responder por las actividades presuntamente delictivas del matrimonio.
Más de 200 agentes identificados de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado velarán el próximo sábado por la integridad de la hija del Rey y la prevención de desórdenes públicos. La gran mayoría de ellos pertenecerán al Cuerpo Nacional de Policía, a cuyos efectivos antidisturbios de la Isla se sumarán unidades llegadas desde la Península.
La Policía Local de Palma dedicará 30 agentes a las labores de vigilancia y ordenación del tráfico en los aledaños de los Juzgados. La Guardia Civil, por su parte, enviará agentes para velar por la seguridad de la Infanta durante el traslado de ida y vuelta que realizará del aeropuerto de Palma, donde está previsto que aterrice en un vuelo regular la misma mañana del sábado, hasta la sede de los Tribunales de Vía Alemania. La hija del Rey no pernoctará en la Isla.
Como ya ocurrió con la citación de Urdangarin en febrero del pasado año, habrá agentes controlando el escenario desde las azoteas de los edificios colindantes a la sede judicial. También se desplegarán los equipos de vigilancia del subsuelo para evitar incluso una eventual colocación de explosivos. Se revisarán y se sellarán todas las alcantarillas, la zona será protegida con inhibidores de frecuencia. En esta ocasión, el perímetro de calles cortadas será mayor y afectará a buena parte de la principal avenida colindante al Juzgado, Vía Alemania. El acceso se cortará desde la madrugada del viernes al sábado. Y ningún viandante no acreditado podrá pasar el primer cordón policial que se establecerá allí. Es en esa zona donde la Policía ha decidido cerrar el paso a la manifestación convocada para esa mañana.
A diferencia de lo que ocurrió con la primera visita del duque de Palma o, por citar otro ejemplo, con la llegada del ex presidente balear Jaume Matas a los Juzgados en 2010, los manifestantes estarán alejados a más de un centenar de metros de la calle que da acceso a la famosa rampa por la que la Infanta realizará el paseíllo.
Únicamente se ha registrado una solicitud para manifestarse por el acontecimiento. La Unidad Cívica por la República, una formación que declara en sus estatutos tener como principal objetivo la difusión de la cultura republicana en España, ha comunicado a las autoridades que tiene previsto congregar a 300 personas para protestar contra la Monarquía.
