El 6 de enero celebramos el día de los Reyes o la Epifanía, un recuerdo cristiano y católico del evangelio y de lo que aconteció cuando nació Jesús. Tres eran los Reyes que, al tener información del nacimiento del Rey de reyes, se pusieron en camino para adolarle y Le llevaron sus presentes: oro, incienso y mirra.
Su peregrinación hasta Belén de Judá, la ciudad de David, para adorar al Niño Dios es una prueba de su Fe, confirmada, al llegar al pesebre, por la santificación que les infundió el Niño Salvador “panis involutus” –envuelto en pañales- .
Dos mil años después vivimos y recordamos este hecho que se ha convertido en un día de familia, alegría, entusiasmo, magia y vuelta a la niñez. Día en el que para algunos no son necesarios los regalos y su valor.
Lo importante, creo, es el recuerdo y la manifestación directa y masiva de nuestra cultura cristiana. Algo que sigue viéndose en la calle.
A pesar de pretender acabar con estas «figuras» mágicas y simbólicas incorporando la aparición de otros «personajes» llegados de otros países y culturas, la celebración familiar de pequeños y grandes es la mayor que se vive.
Feliz y mágico día de la Epifanía, de los Reyes Magos
Directora Navarrainformacion.es