El día de los Santos Inocentes, Día de celebraciones del niño concebido y no nacido, el nuevo Día de la dignidad de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, los presos de ETA tiene la desfachatez de proclamar su comunicado.
Un comunicado que además de reírse de España y su gobierno y de las víctimas, es leído en nombre de todos los presos por Marisol Iparraguirre, dirigente y miembro histórico de ETA, con 14 asesinatos a sus espaldas.
Proclaman y piden el cumplimiento de la hoja de ruta para acabar con el “conflicto”. Después de todas las excarcelaciones concedidas, de todas las concesiones políticas y económicas, después de que Rajoy dijera a Amaiur en el Congreso que “todavía no han hecho nada” nos deleitan con un comunicado propio y exacto al de la banda terrorista ETA, igual que el utilizado con las capuchas y la serpiente, igual que el utilizado en sus reivindicaciones tras los asesinatos, igual que él y por el que matan y no se disuelve la banda terrorista, igual que la política que quieren llevar a la democracia.
Es la forma más ruda y más impropia de de hacer comulgar a España con una hoja de ruta marcada y cumplida por el Gobierno de Zapatero y de Rajoy. Y la ETA sólo a conseguir sus pretensiones y la libertad de los presos porque ya ni piden el acercamiento.
No hay en este documento ni el menor atisbo de arrepentimiento ni gesto alguno de solicitud de perdón a las víctimas. La prueba de que no existe ningún propósito de la enmienda en los presos de la banda es que subrayan al final del comunicado que hay que abordar «un proceso integral» que no ponga en cuestión su «carácter y dignidad política», es decir, que no contradiga su relato ni su condición de «luchadores por la libertad» que reivindican.