Vela ha indicado que las consideradas pymes, que suponen un 97 por ciento del tejido empresarial español, tienen un amplio espectro cuyo máximo son 250 trabajadores y, mientras en Alemania la mayoría de empresas de esta categoría rondan esta cifra, en España el número más habitual es el de 10 empleados.
«Es difícil que las pequeñas empresas hagan innovación porque es un riesgo, hay que tener, no sólo la idea, sino también el músculo económico», ha lamentado la secretaria de Estado.
Es por esta razón por la que «todavía no» se han alcanzado algunos niveles europeos en I+D+i, según ha señalado, aunque apunta que el sector está «en ánimo de hacerlo». Las cifras aún están por debajo de Europa, en donde, del total de inversión en I+D+i, dos tercios llegan desde las empresas. En España este porcentaje es el 53 por ciento.
En este sentido, Vela indica que en países que actualmente destacan por su gran desarrollo e industria, como Corea o Japón, las cifras rondan el 80 por ciento.
Aún así, la responsable de I+D+i del Gobierno se ha mostrado «encantada» con los datos que, según recoge el ‘Ketchum Innovation Kernel 2015’, señalan que 6 de cada 10 consumidores españoles estaría dispuesto a pagar un 23 por ciento más por un producto innovador. «Lo voy a incluir en mi discurso», ha bromeado.
Importancia a la innovación en Salud
Por otra parte, mientras algunos presuponen que la innovación en electrónica de consumo captan la mayor parte de atención al cliente, el informe señala la industria de la salud como el sector de negocio más valorado por su innovación entre consumidores, tanto a nivel internacional como en España.
Concretamente, en España la innovación en este sector es «muy importante» en salud para el 74 por ciento de los encuestados, seguido de los ordenadores (53%) y electrónica de consumo (45%).