Un grupo de personas pertenecientes a la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), con ayuda de pescadores de La Línea, reflotaron y trasladaron a San Roque durante el fin de semana uno de los setenta bloques de hormigón que Gibraltar colocó el pasado verano en el fondo del mar.
La operación comenzó el viernes de madrugada e iba a culminar ayer cuando la Guardia Civil los sorprendió antes de que montaran el bloque en un camión con una grúa que esperaba en la dársena de Campamento para transportarlo. Dos de estos activistas, para evitar que se llevaran el bloque, se subieron en los globos hinchables que habían usado para reflotarlo. Cuando vieron que no podían mantenerse allí mucho tiempo rajaron los globos y el bloque volvió al fondo del mar, pero en el mencionado muelle sanroqueño.
Según relataron fuentes de la Guardia Civil, los hechos se conocieron en la mañana de ayer cuando detectaron la presencia de una embarcación llegando al antes conocido como muelle de Crinavis, donde esperaba un numeroso grupo de personas junto a una furgoneta. Se trataba de un barco pesquero que había reflotado uno de los bloques de hormigón, de varias toneladas de peso, depositados en el fondo marino por las autoridades gibraltareñas. La Guardia Civil dio aviso de los hechos a la Capitanía Marítima de Algeciras, que tiene la jurisdicción sobre la zona, para que sea quien determine si existe algún ilícito en este hecho. Varias patrullas permanecieron en la zona junto a una embarcación de Salvamento Marítimo y un numeroso grupo de personas. La Guardia Civil redactó la diligencia para trasladarla al juzgado de instrucción de San Roque.
Cuando fueron sorprendidos por la Guardia Civil, los miembros de Denaes se negaron en un primer momento a entregar el bloque para que fuera devuelto al mar y denunciaron que fueron «retenidos» por más de 50 funcionarios, así como efectivos de la Benemérita y Salvamento Marítimo. «Si no quedase más remedio nos encadenaremos al bloque», amenazaron a través de un portavoz que recalcó que la fundación «no admite otra cosa que llevarse el escombro del mar español». A media tarde todos estos activistas decidieron abandonar la zona no sin antes lanzar críticas al Gobierno español, al que acusan de haber «abandonado a los pescadores» y asegurar que volverán a realizar acciones de este tipo, ya que pretenden demostrarle al Ejecutivo de Mariano Rajoy que se pueden llevar a cabo medidas en Gibraltar para «denunciar su ilegalidad y revindicar la españolidad del territorio». Además recalcaron que el Gobierno de Gibraltar miente cuando afirma que los bloques son para crear un arrecife. «Están hechos para hacer daño, queríamos sacarlo para que todo el mundo pudiera verlo», dijo el portavoz, que aseguró: «Es una cuestión de dignidad nacional y de legalidad internacional».
La Fundación Denaes reclama la retirada de los bloques del fondo marino de la Bahía de Algeciras al entender que se trata de aguas españolas, y que el depósito supuso la imposibilidad de los pescadores españoles de continuar faenando en la zona.
Según explicó el expatrón mayor de la cofradía de pescadores de La Línea, Leoncio Fernández, él mismo acudió con buzos profesionales a sacar uno de los bloques de hormigón. Fernández también informó de que había acudido al juzgado a presentar una denuncia contra las autoridades gibraltareñas por el «acoso» sufrido durante esta acción reivindicativa. El propio Fernández, que seguía la maniobra desde su barco, afirma que fue «acosado» por las patrulleras gibraltareñas y manifestó que «guste o no» los pescadores seguirán faenando en ese caladero. El Gobierno del Peñón,, tras comprobar que faltaba el bloque dio parte a la Policía Real de lo que considera «un robo».
